Por George Chaya
El Mundo Árabe en general y Occidente en particular cargan con la responsabilidad por sus acciones u omisiones en el problema de los refugiados palestinos. Nadie sensato podría oponerse a que estas personas tengan derecho a una vida mejor y no a ser utilizados como escudos humanos ni caer victimas del terrorismo al que sus facciones internas los arrastran, pero pareciera que la responsabilidad es solo del único país que los ha acogido y al cual los palestinos han colaborado en destruir, Líbano.
Los regimenes árabes y musulmanes deben acabar con la falacia de las culpas externas. Esgrimiendo esta falsedad han usado y abusado a su antojo de los palestinos para masacrarlos luego cuando no les fueron necesarios. Este es el tema central y la problemática no se resuelve ampliando sus derechos para que dejen de ser trabajadores rurales dentro del Líbano. Al mismo tiempo Líbano debe resolver su estabilidad y tranquilidad y no puede sumar a sus ya crónicos problemas el de los refugiados por más tiempo.
Es el momento de considerar las mejores opciones humanitarias y solidarias para ellos junto a una estrategia de solución a los problemas del Líbano. Existen alternativas, solo se necesita la voluntad política de la comunidad internacional y dejar de lado la histórica e impúdica carga de sectarismo del mundo árabe. Reubicarlos en otros países árabes y en los países de la migración es una importante, necesaria y positiva opción.
Occidente y su historia antisemita
La vergüenza de Occidente, su antisemitismo, y en última instancia su sentimiento de culpa ante el holocausto judío, genero un obsceno silencio respecto de los desplazados palestinos luego de la creación del Estado de Israel. Respecto de la falacia y la hipocresía del mundo árabe, para quien lo quiera ver despojado de las gafas de la miopía ideológica-islamista y en el marco de la objetividad que indica el rigor del devenir histórico, los estados árabes sin excepción han ejercitado políticas de cínica crueldad con los palestinos, han utilizado, abusado y asesinado a sus poblaciones en varios países árabes, de hecho, hoy como en los últimos 50 años son los regimenes de los tiranos y terroristas regionales quienes asfixian y estimulan la miseria de la población palestina al comprar la voluntad de sus dirigentes colocándolos al servicio de intereses que no son los de su pueblo, por lo que no cabe duda que todos sin excepción los utilizaron y los utilizan delincuencialmente hasta el hartazgo.
El Líbano es un país pequeño y de escasos 4 millones de habitantes con un escenario ultra-sensible en su composición demográfica confesional. La sociedad libanesa es unánime en esta materia y categóricamente rechazó y rechaza la residencia permanente de los 350.000 refugiados palestinos en su suelo. Como consecuencia de estas cuestiones, los refugiados palestinos viven miserablemente en Líbano, “país que nunca fue y nunca jamás será el hogar permanente de los palestinos”.
El dilema sobre como resolver de manera definitiva este problema para terminar de una vez con la manipulación que se hace por parte de los dictadores árabes de estas personas que llevan años diseminadas en la región debido a la corrupción de sus propios dirigentes y viviendo de las dadivas de los millonarios y terroristas regionales tiene solución. Es imperioso acabar con este terrible problema que genera pobreza, miseria, mala calidad de vida, carencia de educación y atención medica para los propios palestinos, como así también bolsones de terrorismo alquilado por la hipocresía yihadista.
La corrupción e ineptitud para lograr un Estado propio por parte de la Autoridad Palestina y el terrorismo de Hamas en Gaza colaboran en ello a la perfección. Los refugiados Palestinos no tienen futuro en Líbano, nunca lo han tenido, ni lo tendrán, por tanto, es urgente abordar con animo de resolver sincera y honestamente el problema y encontrar las medidas para su reestablecimiento en países árabes como: Egipto, Libia, Túnez y Jordania (todos ellos llamados “hermanos árabes” que se han preocupado financiando guerras para liberar Palestina por los últimos 50 años. Es tiempo de dejar de pensar en ayudarlos para la guerra y brindarles ayuda humanitaria y responsable). Y es responsabilidad de la Autoridad Nacional Palestina restablecer a esos refugiados que deseen volver a Cisjordania y a Gaza. Al fin de cuentas, son ellos los que dicen que ese es su país.
Mientras tanto y hasta que las condiciones de una paz estable sea alcanzada y los grupos terroristas neutralizados para hacer viable su propio Estado, las Naciones Unidas deberían instrumentar un programa de compensación económica para que los refugiados que acuerden renunciar al terrorismo tengan el beneficio y el derecho a ser reubicarlos en otros países subsidiándolos financieramente a través de la comunidad internacional y la Liga Árabe y así abordar la resolución del problema.
Los 21 Estados miembros de la liga árabe, deberían cada uno y en proporción con su densidad demográfica aceptar el restablecimiento de esos refugiados que deseen radicar en sus países. Un sistema de cupos puede ser adoptado considerando los países árabes más grandes y más ricos para que ellos recepten en números mayores a los refugiados y reubicar los contingentes menores en los países árabes más pequeños. La opinión publica y “los escritores de la plumilla progresista” deberían preguntarse ¿Por qué no lo hacen, acaso no son sus hermanos?
Conclusión:
¿Cuál es la responsabilidad del Líbano en el problema de los refugiados palestinos? ¿En que difiere a la de los demás países árabes? Los refugiados no son única responsabilidad del pueblo Libanés. Líbano no tiene ninguna obligación legal o moral para con los refugiados, más allá del abrigo que les brindó por medio siglo, aun ante las guerras, la devastación y las masacres que ellos infligieron al pueblo libanés en los últimos 40 años a través de sus organizaciones terroristas (OLP, Al-Saika, FPLP, Fatah Al-Islam y otros grupos armados).
Es hora de que la Comunidad Internacional, los países de la Organización de la Conferencia Islámica y la Liga Árabe asuman su responsabilidad y reviertan sus miserias históricas respecto de los refugiados palestinos del Líbano. De ese modo se estará dando a los refugiados una nueva oportunidad de una vida mejor para ellos y para sus hijos y se permitirá que el Líbano finalmente ingrese en una etapa de estabilización y recuperación, con lo cual, también se estará contribuyendo en directa ayuda a la futura y definitiva solución del conflicto Palestino-Israelí.