Por Julián Bahloul
Uno podría acoger de nuevo una falsa esperanza. Sin embargo, esta vez las cosas podrían tomar un giro diferente. Alemania, contando con un éxito precedente, se implica en el expediente y permite, según ambas partes "un avance efectivo" en las negociaciones. Mientras que esta semana se señalaba el 23 cumpleaños del rehén, este enésimo asalto de las negociaciones suscita mucha esperanza.
Este viernes, 28 de agosto de 2009, dos días después del enrolamiento de su hermanita a las filas de Tzahal, Guilad celebraba sus 23 años. Para acusar el golpe, varias centenas de personas se reunieron el 27 por la tarde en el Muro Occidental (Kotel) en Jerusalén. En alguna parte escondido en la Franja de Gaza, en manos de los islamistas, Guilad cumple los 1161 días de detención. 1161 días desde que los terroristas del Hamás se infiltraron en territorio israelí para secuestrar al ciudadano franco-israelí que en ese momento tenía 20 años.
La ceremonia en el Muro Occidental comenzó con la difusión de un mensaje sonoro de Guilad, registrado hace dos años y retransmitida para el público por altavoces. Luego Aviva, su madre, tomó la palabra para pedirle perdón a su hijo. Perdón… "por no haber sabido protegerte de este sufrimiento que sufres. Perdón por no haber conseguido devolverte a casa hasta hoy, a pesar de todos nuestros esfuerzos". "Mi querido Guilad, eras un adolescente cuando te dejamos de ver. Hoy eres un joven hombre que conoce el sufrimiento y que debe, sólo, hacer frente a su destino", añadió. "Espero entre tinieblas que oigas mi voz. Tan cerca y sin embargo tan lejos tú, a años luz de tu casa en Mitzpe Hila, de tu habitación que no se movió y que te espera desde hace 1160 días. Lejos de tus padres, lejos de tu hermano y lejos de tu hermana".
Antes de acabar su discurso, la madre del soldado lanzó un llamamiento a la razón al Hamás, afirmando que los habitantes de la Franja de Gaza también querían que un intercambio de presos se efectuara con el fin de ver de nuevo a sus allegados.
Pronunciando estas palabras dirigidas al movimiento terrorista, Aviva Shalit no podía apuntar de forma más justa. En efecto, según numerosos analistas, Hamás necesita que un acuerdo sea firmado, para aumentar su popularidad entre la opinión pública palestina. Ante todo tras la ofensiva israelí del último invierno (Plomo Fundido) que produjo un importante golpe para la credibilidad de su dirección y que cuestionaba la utilidad del disparo con los cohetes que no aportaron, objetivamente, nada de positivo para los habitantes de Gaza.
Meses más tarde, se produjo el congreso de Fatah en Judea y Samaria que puso bajo la luz de los proyectores una nueva generación de dirigentes que se mostraban decididos a promover las cosas. También hay que tener en cuenta lo sucedido el pasado 15 de agosto en el enfrentamiento mortal entre el Hamás y los terroristas vinculados a Al Qaeda, que desafiaron la supremacía del Hamás, que ha dado como resultado la muerte de 24 palestinos. Por último, como golpe de gracia, la publicación de un sondeo que muestra que si las elecciones se realizaran hoy, Fatah tendría una ventaja de 16 puntos sobre el Hamás.
Esto explicaría entonces por qué el movimiento islamista habría vuelto a invertir tanto en las negociaciones indirectas con Israel. Esto también explicaría por qué, vista la urgencia, habría aceptado revisar sus exigencias, a la baja, con relación a aquellas a las que le había formulado frente al gabinete Olmert. Por aquellos días, Hamás exigía la liberación de 1000 terroristas entre los que estaban varios personajes muy emblemáticos: como el responsable del atentado del hotel Park de Netanya, el de la pizzería Sbarro, los cafés Momento, Hillel y el terrorista que planificó el atentado en la Universidad Hebrea de Jerusalén, el de la línea de autobús 18 o el de la estación de autobús de Tzrifin y los de varios atentados en Tel-Aviv.
Por el momento, pocas informaciones circulan explicando el número exacto de presos que Israel estaría dispuesta a liberar para ver a su soldado volver sano y salvo a casa.
Hasta ahora, cuando una parte afirmaba que se había logrado cierto avance, la otra se apresuraba a desmentir. Pero hoy, los dos lados comparten la misma observación.
Siendo así, Mustafa Sawaf, un periodista palestino afiliado al Hamás, declaró que los desarrollos recientes en las negociaciones "subrayaban el hecho de que la operación Shalit está a punto de ser cerrada".
Incluso el Primer ministro israelí, habitualmente silencioso sobre este expediente, dijo este lunes 24 de agosto, que se estaba próximo a un acuerdo. El domingo 29 de agosto, se arrepentía de este entusiasmo súbito, explicando que se debería temer una manipulación por parte del Hamás y que no se debería esperar un desenlace positivo "ni mañana, ni pasado mañana".
Este renacer de esperanza se explica por la intervención de Alemania en la negociación. En su haber está el intercambio de presos conseguido entre Israel y el Jizballah en 2004, el jefe del servicio de contraespionaje de Berlín habría permitido, según el Hamás, un avance efectivo de las negociaciones.
Otro signo positivo: una visita en persona del Ministro de Defensa israelí al hogar de los padres de Guilad Shalit en Mitzpe Hila. Aunque para los allegados de Ehud Barak se trataba solamente de una visita de rutina, este paso podría significar que la solución está cerca.
Más impresionante aún, el periódico Al-Hayat , informó este sábado 29 de agosto que el jefe de la oficina política de Hamás, Jaled Mashaal, viajará a El Cairo la próxima semana para aprobar un acuerdo.
En términos prácticos, pocas horas antes de la manifestación en honor al 23 cumpleaños del soldado, Hamás dijo que esperaba una respuesta por parte de Israel a su oferta, añadiendo que no podía ser más flexible. La cuestión ahora era verificar si el contenido era aceptable para Jerusalén.
Según los informes, el último punto en disputa, en el que ambas partes deberían ponerse de acuerdo es sobre el lugar en donde serían enviados algunos terroristas liberados. De hecho, Israel quiere expulsar a los extranjeros más peligrosos. Parece que países como Siria ya habría aceptado recibir a algunos de ellos.
En Israel, todo el mundo espera volver a ver a Guilad para las vacaciones del Año Nuevo judío. Se trata de una esperanza medida ya que todo el mundo tiene en mente la histeria que acompañó los últimos días de Olmert en el poder. No transcurría una hora sin una declaración por parte de Israel haciendo mención a una liberación "inminente". "Es una cuestión de días, incluso horas”, se dijo en aquel momento.
El resultado es recordado. El regreso de los delegados israelíes de El Cairo transmitido para todo el país, el anuncio oficial del fracaso de las negociaciones el 17 de marzo y el discurso a la nación del Primer Ministro Olmert en donde afirmaba: "en nombre del Estado de Israel y su Gobierno, declaro que hay líneas rojas que no vamos a cruzar. No vamos a ceder a las exigencias de una organización terrorista".
El comité de apoyo a la familia Shalit, se congregó durante varios días frente a la residencia oficial del jefe de gobierno cuando recibieron la noticia del fracaso de las negociaciones viendo así desvanecer sus esperanzas una vez más.
La esperanza o el optimismo, las dudas que permanecen sobre las fechas del calendario. Otras personas, siguen obsesionadas por las imágenes de los ataúdes negros en los que regresaron del Líbano, Ehud Goldwasser y Eldad Regev, el verano pasado, por lo que se preguntan. ¿Por qué nadie se ha reunido con Guilad? ¿Por qué la Cruz Roja no se le ha permitido visitarlo? ¿Por qué el Hamás, que siempre trata de adoptar una postura de víctima, muestra una vez que se trata de una organización terrorista que no respeta los derechos humanos? ¿Por qué nunca se trató la hipótesis de que quizás Guilad Shalit ya no esté vivo?