Por Eduardo Kohn
Pasaron dos semanas desde que el dictador libio Muamar Kadafi (42 años en el poder) está asesinando a sus compatriotas por decenas y ha desatado una guerra civil, violando todas las normas de derecho internacional humanitario que se hayan escrito hasta ahora.
¿Naciones Unidas? El secretario general está “indignado”. El Consejo de Seguridad “estudia el tema”. Y además, la Unión Europea “está muy preocupada”.
¿Y los amigos? Los amigos son fieles y coherentes y han puesto las cosas en su lugar, para que cualquier observador pueda confirmar sin temor a error justamente en qué lugar están las cosas: Venezuela, Cuba y Nicaragua han hablado públicamente de esta masacre de libios cometida por libios.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, dijo que “Kadafi está librando una gran batalla”. “Yo me he comunicado con él”, dijo Ortega, “y le trasmití la solidaridad del pueblo nicaragüense a todo el pueblo libio; la solidaridad de los sandinistas”. Ortega agregó: “El Gobierno libio está buscando dialogar para defender la integridad de la nación y detener la anarquía”.
Fidel Castro escribió en Cuba Debate: “Se podrá estar o no de acuerdo con Kadafi. El mundo ha sido invadido con todo tipo de noticias, empleando especialmente los medios masivos de información. Habrá que esperar el tiempo necesario para conocer con rigor cuánto hay de verdad o mentira, o una mezcla de hechos de todo tipo que, en medio del caos, se produjeron en Libia. Lo que para mí es absolutamente evidente es que al Gobierno de Estados Unidos no le preocupa en absoluto la paz en Libia, y no vacilará en dar a la OTAN la orden de invadir ese rico país, tal vez en cuestión de horas o muy breves días… Por mi parte, no imagino al dirigente libio abandonando el país, eludiendo las responsabilidades que se le imputan, sean o no falsas en parte o en su totalidad”.
El diario El Universal de Caracas publica: “El líder libio Muamar Kadafi está en Trípoli, donde sigue ejerciendo sus poderes y haciendo frente a la situación que vive el país”, confirmó en un comunicado el canciller venezolano Nicolás Maduro. Tras una conversación con su par libio Mussa Kussa, Maduro desmintió “los comentarios que de manera irresponsable hizo a la prensa el canciller del Reino Unido William Hague”, quien declaró que Kadafi podría haber huido de su país y estaría rumbo a Venezuela, informó AFP. Por otra parte, el comunicado del Gobierno venezolano subrayó la “amistad histórica” entre el pueblo libio y el venezolano, cuyos dirigentes han estrechado su relación en los últimos años.
Aún no se sabe qué va a suceder en definitiva en Libia, ni en diez o 12 países más de esa región del mundo;
Sin embargo hay cosas que sí están muy claras: “la revolución pacífica” en Egipto causó casi 400 muertos, más de 5.000 heridos (algunos de ellos que ya murieron, otros muy graves, otros con discapacidades para el resto de sus vidas), pero …fue pacífica. La comunidad internacional, mutis por el foro. ¿Hoy rige una dictadura militar? No importa, se decretó que fue pacífica. Punto.
Hay furiosas revueltas civiles en una docena de países del Medio Oriente: se clama por elementales derechos humanos: sustento, vida digna, libertad. La respuesta es muerte, represión, silencio.
Frente a ello, podemos observar la indiferencia de las declaraciones más o menos altisonantes sin repercusión seria alguna; los cómplices orgullosos de apoyar dictadores sanguinarios; las potencias mostrando impotencia, y la gente muriendo en las calles, engrosando números estadísticos.
La barbarie de hoy imperante en Libia y buena parte de Africa, ¿será mañana una “revuelta pacífica” y así todo quedará igual? Claro, no tan igual; habrá rostros nuevos para dictaduras viejas.
Fuente: Aurora Digital