Por Jonathan Spyer
En el sur de Siria, el levantamiento contra el presidente Bashar Assad continúa. Seis personas, entre ellas un médico de una familia prominente, fueron asesinados cuando las fuerzas de seguridad entraron en la mezquita Omari en Daraa. Más tarde, las fuerzas de seguridad dispararon contra los que protestaban por los asesinatos.
Tras los asesinatos en la mezquita, los medios de comunicación oficiales del régimen de Assad difundieron una versión un tanto surrealista de los acontecimientos. La agencia oficial de noticias Sana citó a una "fuente oficial" diciendo que una "banda armada" había atacado a un equipo médico de una ambulancia cerca de la mezquita. La banda, según la fuente, hizo del acopio de armamento en la mezquita.
Sana señaló la determinación de las fuerzas de seguridad para continuar persiguiendo a "las bandas armadas que aterrorizan a los civiles, y ejecutan asesinatos". El informe continuó señalando que "más de un millón de mensajes de texto SMS habían sido enviados, la mayoría de Israel, para incitar a los ciudadanos sirios a usar las mezquitas como focos para lanzar los disturbios". La fuente oficial de Sana también señaló que los mensajes SMS fueron enviados a los ciudadanos sirios en el extranjero amenazando con matarlos si denunciaban los crímenes de las bandas armadas.
La torpe propaganda de los voceros del régimen, a primera vista tiene algo de patético. La página "Siria Revolución 2011" (Syria Revolution 2011) está en Facebook, y se actualiza en pocos minutos con fluidos y apasionados mensajes.
Noticias y rumores de los acontecimientos en Banias, Alepo, Daraa y los pueblos de los alrededores se difunden en todo el mundo con sólo pulsar un botón. Lo más que el régimen de Assad puede hacer en la guerra de información, mientras tanto, es la absurda y anticuada acusación apuntando con el dedo al estilo Ceaucescu.
Al hablar con los opositores en Siria, el sentido de que el régimen de Assad se está quedando sin opciones es realmente muy fuerte. Algunos dicen que la perspectiva de un baño de sangre al estilo de los sucesos de Hama es ahora simplemente un cuco, un embauque de un régimen que se está agotando. Un veterano miembro de la oposición siria en el exilio manifestó que el pueblo ha perdido el miedo. Esto significa que la caída del régimen de Assad ahora sólo es una cuestión de tiempo, independientemente de las medidas que tome.
A pesar de la indudable inferioridad de las campañas de información del régimen de Assad, sería un error comenzar a desempolvar los elogios fúnebres para la dictadura de la familia Baathista-alawita por el momento.
Esta podría ser la primera vez que el Dr. Assad enfrenta a una oposición interna bien determinad, pero no es la primera vez que su régimen se ha visto contra las cuerdas. En 2004, cuando los norteamericanos entraron en Bagdad, hubo muchos que predijeron la caída del régimen de la familia Assad.
Siria se vio obligada entonces a una humillante retirada del Líbano en 2005.
Lo que siguió después fue una hábil campaña por parte de Siria a través de la violencia política despiadada, la movilización de vasallos, la intimidación y la creciente alianza con Irán, que ha dado lugar, cinco años más tarde, a un resurgimiento del régimen, en la cresta de la ola durante los últimos dos años. Assad no aceptó lo que parecía ser el veredicto de la historia en 2004-2005. No hay ninguna razón para suponer que sumisamente lo hará ahora.
La "caja de herramientas" del régimen sirio que utilizó en el período 2005-2008 funcionó bien. Todavía la tiene. Esta cajita mágica es propiedad común de los miembros del bloque Muqawama (Resistencia) dirigido por Irán en la región, que incluye el enclave de Hamás en Gaza, el Líbano de Hizbollah y el propio Irán.
Los acontecimientos recientes sugieren que este conjunto de opciones está siendo utilizado por varios miembros de este bloque, para decirlo llanamente. Sus miembros creen que estos métodos no sólo lograrán aislarlos de las consecuencias de cualquier divergencia interna derivada de la primavera árabe, sino que también les permitirá seguir adelante, beneficiándose de los enemigos debilitados por la disidencia interna.
La hiperactividad de Irán de las últimas semanas se ajusta a este patrón: los buques cargados con armamento, los convoyes en el Sudán, los aviones cargados de armas interceptados por Turquía en camino a Siria.
Hamás también parece querer cambiar el tema de la conversación en Gaza provocando una nueva lucha con Israel. Este es lo que Assad usa. Estos son sus métodos.
Incluso ha habido especulaciones en los sitios web en árabe en relación con una posible relación de Siria en el atentado de Jerusalén. Después de todo, la Jihad Islámica y los grupos terroristas seculares más pequeños tienen su sede en Damasco. Y Siria también tiene interés en este momento en cambiar el tópico de interés regional. Imposible de saber, por supuesto. Pero no imposible.
Desde este punto de vista, los eventos y mensajes de la semana en Siria ya no parece tan anacrónicos. La matanza en la mezquita Omari están sirviendo para extender poco a poco un clima de tensión y temor en toda la ciudad.
Las explicaciones absurdas en Sana sólo aumentan la sensación de extrañeza y una ambigüedad desquiciada, que es un elemento natural del régimen sirio.
La "estrategia de tensión" rescató al régimen de Assad de capa caída después de la depresión de 2005. No de repente, sino con el tiempo. Organizaciones vasallas, provocaciones, la hábil aplicación de la súbita violencia, la ambigüedad, la actividad militar encubierta como política, la política disfrazada de actividad militar. Esto es lo que hace al régimen sirio. Esto es lo que hace la alianza regional, a la cual pertenece. La idea de que existen sólo matanzas al estilo Hama o victoria de Facebook es simplista. Hay otro tipo de reglas con las que Siria y sus amigos se manejan. Llámelas reglas Muqawama.
Fuente: Aurora Digital