Por Guido Maisuls
Dicen que el terror es el sentimiento del miedo llevado a su máximo extremo. Comentan que el terror irrumpe cuando el miedo ya ha superado los dictados del cerebro y la razón huye despavorida a territorios muy remotos. Sabemos que el terror es utilizado hoy en día como una poderosa arma de dominación, de sojuzgamiento, de alineación y de muerte por los que odian la Vida. El terror está inexorablemente al servicio de la muerte.
Ejemplos y modelos de terror y de muerte.
Fueron encontrados, por el Grupo “Comando Indio” que ingresó al edificio para reducir a los terroristas islámicos que se encontraban atrincherados, los ocho cuerpos de los rehenes asesinados en el interior de la casa de Jabad en Bombay. El rabino Gabriel Holtzberg y su esposa Rivka se encontraban entre las víctimas.
El presidente sirio Bashir Asad condecora al terrorista y asesino Samir Kuntar, múltiple y sádico homicida de una familia israelí, que fue liberado por Israel en el intercambio de prisioneros con Hezbollah por los cuerpos de los soldados Goldwasser y Reguev. Asad declaró: “Kuntar está con nosotros por promover los derechos árabes y es un símbolo de la lucha por la libertad a través del mundo árabe y del resto del mundo”. Samir Kuntar: “Llevaré las bendiciones del presidente Asad a los luchadores de la resistencia islámica Hezbollah. Son las bendiciones de la lucha por la gente del Líbano que sienten la lealtad y el amor de Siria y, particularmente, lo han sentido en la Segunda Guerra del Líbano” (del año 2006).
Terroristas talibanes lanzan acido a cinco niñas afganas por ir a la escuela. Las adolescentes han sido atacadas cuando se dirigían a su escuela con el sencillo y natural propósito de educarse. A pesar de que portaban burkas, dos de ellas sufrieron graves quemaduras en sus rostros y en sus cuerpos. Los criminales fundamentalistas prohíben a las mujeres recibir educación.
Dos niñas egipcias, Amira y Warda, fueron conducidas a una absurda, horrorosa y prematura muerte; Amira Mahmoud Mohamed tenía cuatro años y Warda Hussein el-Sayyed, tres. Las niñas, de la región de Armant, una población en el valle del Nilo, murieron desangradas en manos de un médico que las sometió a la circuncisión femenina, Se calcula que 130 millones de mujeres han padecido distintos grados de mutilación en 28 países del África negra, algunas naciones de Oriente Medio y también en comunidades de Pakistán, Indonesia y Malasia.
En Teherán, capital de la República Islámica de Irán, veinte personas han sido condenadas a la pena de muerte por adulterio y homosexualidad, nos informa el serio y formal portavoz del Honorable Poder Judicial, Ali Reza Yamshidi. “Aquellos que han cometido actos malvados, como "lavat" (homosexualidad) o "zena" (relaciones extra matrimoniales), fueron juzgados y sentenciados a la pena capital”.
La aplicación de la Sharía o Ley Islámica en Arabia Saudita produce la decapitación por sable a cientos y miles de condenados a muerte, tanto hombres como mujeres, por ciertos delitos llamados “hodud” (limites) por la religión islámica. La amputación de las manos es muy frecuente en los casos de los condenados por el delito de robo.
Todos los castigos se aplican en la plaza pública, donde centenares de personas observan como es traído el “mozneb” (culpable) y con un solo golpe con la espada del “sayyaf” (verdugo) pierde para siempre su mano o en el peor de los casos, su cabeza. “Aquellos que combaten a Alá y son corruptos en la tierra deben ser ejecutados, crucificados, deportados o sus manos y pies amputados”.
“Que caiga la vergüenza sobre aquel que no enseña a sus hijos la educación de la Jihad (…); bendito sea aquél que dona un cinturón de explosivos para él mismo o para sus hijos y se para entre los judíos y dice: "Alá Akbar" (Alá es Grande)…”, Mohamed Ibrahim Madi, durante un sermón del viernes, transmitido por la televisión palestina.
Dijo el jeque Hasan Nasrala, líder máximo de la organización terrorista Hezbollah: “La debilidad de la entidad sionista es su fuerte adhesión a este mundo, pero nuestra fuerza es la voluntad de sacrificar nuestra sangre y nuestros hijos” “Esta entidad [sionista], la cual tiene muchas fuerzas -no tengo tiempo ahora para enumerarlas a todas- tiene debilidades también, como individuos y como colectividad, son descritos por Alá como "el pueblo que cuida más su vida". Su fuerte adhesión a este mundo, con todas sus vanidades y placeres, constituye una debilidad”. “En contraste, nuestro pueblo y la voluntad de nuestra nación de sacrificar su sangre, sus almas, sus hijos, sus padres y sus familias por la causa del honor, la vida y la felicidad de la nación, siempre ha sido una de las fortalezas de nuestra nación”.
Se equivocan y muy a lo grande estas fuerzas retrógradas y oscurantistas del Islam, ya que esta gran debilidad, este apego a la vida, es realmente la gran fortaleza de los israelíes; esas ganas de vivir que no es un invento artificial y superfluo creado en forma espontánea en su creación como Estado ni es importada de ningún creativo mercado tecnológicamente muy sofisticado y novedoso, simplemente la heredamos de nuestros valores judíos, esos valores ancestrales que permitieron sobrevivir a nuestro pueblo en las condiciones más adversas y extremas, teniendo que optar permanentemente entre la vida y la muerte, eligiendo siempre la vida, durante los amargos 2000 años de su diáspora, expulsados de sus hogares, obligados a conversiones forzosas, quemados en la hogueras de la inquisición, masacrados en los caminos de las cruzadas, exterminados en los campos nazis, segregados y discriminados en los guetos de la vieja y culta Europa o de las exóticas mil y una noches musulmanas, vagando por el mundo como los eternos errantes, como los desheredados de la tierra.
A pesar de todo, el éxito del pueblo judío es rotundo; no solamente se consiguió sobrevivir, también se concretó el legendario y mítico sueño de retornar a nuestra tierra ancestral y construir nuestro propio Estado y todo gracias al simple, natural y elemental recurso: el apego a la vida, el amor a la vida.
Estamos viviendo momentos críticos y decisivos, las amenazas se ciernen sobre nosotros, el fundamentalismo islámico aliado a las fuerzas más irracionales, oscuras y primitivas del planeta quieren borrarnos de Oriente Medio y del mundo.
Tenemos muchas debilidades a las cuales debemos sobreponernos: La corrupción imperante en vastos estamentos gubernamentales, la declinación de los valores tradicionales como la solidaridad y la justicia social y la banalización de buena parte de nuestra dirigencia política.
También poseemos grandes fortalezas, que residen fundamentalmente en el espíritu de nuestra gente, de nuestros trabajadores, de nuestros científicos, de nuestros soldados, de nuestros niños, de nuestros ancianos, de nuestros sabras y de nuestros olim.
Pero nuestra principal fortaleza fue y seguirá siendo nuestro apego a la vida cotidiana, a los padres, a los hijos, a los amigos, a la tierra, a las instituciones democráticas y al futuro.
Nuestra gran fortaleza es luchar por la vida, amar apasionadamente la vida para que nuestros hermanos, nuestros hijos, nuestras almas y nuestra sangre vivan para siempre.