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Señor de Uganda
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Por Guido Maisuls
La guerra es la peor de las tragedias que nos pueden ocurrir a los seres humanos, es nuestra incapacidad de resolver nuestras diferencias por otros medios mucho mas racionales y lógicos. El logro más elevado al que podemos aspirar, es llegar a comprender una profunda conclusión de Ari Folman: “La guerra es terriblemente inútil”.
“He rodado Vals con Bashir desde el punto de vista de un soldado cualquiera, y sólo puede concluirse que la guerra es terriblemente inútil. No tiene nada que ver con las películas estadounidenses, sin nada de glamoroso ni de glorioso. No son más que hombres muy jóvenes, que no van a ninguna parte y que disparan contra desconocidos, les disparan desconocidos, y que vuelven a su casa intentando olvidarlo todo. Algunas veces lo consiguen. Pero no en la mayoría de los casos”. Ari Folman.
El tremendo genocidio cometido por Rusia terminó con alrededor de 100.000 chechenios, uno de cada diez civiles, ante la permisividad del mundo occidental que se dice defensor de la paz y de los derechos humanos, sin ningún reproche hacia los herederos del KGB, hacia los Vladimir Putin y sucesores, mirando hacia otro lado y recibiéndolos con gran pompa en las cumbres internacionales.
En la región de Darfur, al oeste de Sudán, el presidente Omar al Bashir y sus secuaces perpetraron un espantoso genocidio, ante la indiferencia generalizada de la opinión pública y los lideres de Occidente y la previsible impotencia de la ONU. En el último dato oficial de 2007 se considera que el número de muertes por el conflicto se aproxima a las 750.000 fallecidos por el hambre y la masacre. Las victimas del genocidio (negros y pobres) han pasado al anonimato y silencioso rincón universal del olvido.
Los líderes del poder económico y militar mundial no hacen nada para evitar el próximo genocidio nuclear que al igual que Hiroshima y Nagasaki amenaza repetirse pero esta vez multiplicado en poder y destrucción. “Ellos podrían lograr en cuestión de segundos lo que hizo Hitler, y matar a seis millones de judíos, literalmente. Hay relojes marchando. Uno de estos es el reloj del enriquecimiento de uranio, que muestran que en una fecha determinada, los iraníes tendrán suficiente uranio altamente enriquecido para crear una bomba que podría borrar a Israel del mapa en cuestión de segundos”. Afirmaciones del embajador de Israel en los Estados Unidos, Michael Oren.
Mientras,, los sionófobos aportan supuestas pautas que deslegitiman los derechos elementales y básicos de Israel a defenderse de los espurios intereses del fundamentalismo islámico y de los antisemitas de siempre que sólo intentan destruir esta realización histórica que es Israel.
En 1947 la ONU votó a favor de la partición de Palestina en dos Estados y los árabes la rechazaron violentamente porque querían y quieren solo una realidad: “una Palestina sin judíos.” La opción de supuesta solución militar fue inventada y sostenida exclusivamente por ellos.
¿Los palestinos existieron como pueblo en épocas pasadas? ¿Los crearon políticamente luego de la Independencia del Estado de Israel como una necesidad para deslegitimarlo? ¿Son realmente los palestinos más originarios de estas tierras que los judíos? ¿Los judíos nunca tuvimos nada que ver con estas tierras? ¿El regreso de los judíos a su patria ancestral es imperialismo? ¿Es el Sionismo sinónimo de imperialismo y racismo?
El diabólico uso de las armas para mutilar y aniquilar a otros seres humanos se ve alimentado permanentemente y desde hace mas de cien años por la obstinación fundamentalista de lideres, Gobiernos e ideólogos árabes y palestinos; de no tolerar la mera existencia de un Estado judío y democrático en la tierra de sus antepasados. Han intentado infructuosamente destruirlo y ese ha sido el único obstáculo para la paz y la convivencia pacifica en esta zona del mundo.
Este Israel al que demonizan, estuvo en sus primeros pasos (1947-1948) a punto de ser eliminado y su población judía a ser masacrada y echada al Mar Mediterráneo, como una continuación del Holocausto nazi. Se arrojaron sobre el flamante Israel poderosos ejércitos de los países árabes vecinos (incitados por el decadente imperio británico) con la incondicional colaboración de los “victimizados” palestinos de entonces.
Podemos tener más o menos idea de cómo viven los palestinos hoy pero sus dirigentes son los únicos responsables pues no tuvieron la mas mínima voluntad de trabajar para mejorar su calidad de vida; les interesaron las grandes y copiosas donaciones internacionales para engrosar sus cuentas bancarias en Suiza y comprar los explosivos y ar-mas que serán utilizadas luego sobre inocentes israelíes.
Se empeñaron en crear más y más terror, en fabricar bombas humanas suicidas y misiles del más largo alcance posible para destruir la realidad de ese Israel negado. Siempre trabajaron incansablemente para ser las eternas victimas y crear con bastante éxito esa espantosa imagen del israelí cruel y sanguinario en la opinión internacional.
Israel -ingenuamente- se retiró de Gaza dejando abierta una gran oportunidad y creando un desafío para que sus habitantes palestinos logren salir de esa ciénaga en la que se auto sumergen. Hoy ya no hay ocupación israelí, no hay asentamientos, no hay un solo judío en toda la Franja. ¿Qué hacen los palestinos? Lanzan misiles que matan y mutilan a inocentes civiles.
Pudo mas la opción del terror, de someter a Sderot, Ashkelon y todo el Néguev Occidental a un fusilamiento despiadado de sus pobladores, e increíblemente ante esta terrible realidad, Israel es acusado de “alimentar el odio, el genocidio”.
Este Estado demonizado tiene una cualidad extraordinaria que hoy no la poseen la mayoría de los países de la región y es la elección de vivir en un sistema de completa democracia: esa creación humana e imperfecta que nos permite a los ciudadanos poder desarrollar nuestros talentos en una forma libre, permitiendo y potenciando la autocrítica, el disenso y el pluralismo de ideas y sentimientos.
Felizmente hoy el ideal de paz y justicia de los israelíes goza de muy buena salud y se encuentra en su lugar habitual. Siempre fue y será un atributo de nuestro pueblo y este conflicto se solucionaría mucho mas rápido si también fuera el preferido de los Al Fatah y de los Hamás.
La única y natural solución a este interminable conflicto es promover como objetivo estratégico y primordial la obtención de una paz genuina con todos nuestros vecinos árabes, “paz por paz”, como voluntad recíproca de convivir armónica y pacíficamente, sin mentiras ni mascaradas. “Paz por paz”, no paz por territorios, no paz por dinero, no paz por terror, no paz por balas, no paz por hipocresías, simple y genuinamente Paz.
Es mi deseo de que la solución de este conflicto termine devorando a la intolerancia, a la irracionalidad, al odio gratuito y a la incomprensión entre los pueblos.
“Con sus espadas forjarán arados y con sus lanzas podaderas.
No levantará la espada una nación contra otra ni se adiestrarán más para la guerra”. (Isaías 2, 4).

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