A 30 años de la creación del Centro de Estudios Sefardíes de Caracas. En una entrevista otorgada a la Confederación de Asociaciones Israelitas de Venezuela (CAIV), el Dr. Moisés Garzón, habló sobre los inicios e importancia en el aporte al Judaísmo venezolano y al rescate y difusión de la cultura sefardí que ha tenido el Centro de Estudios Sefardíes de Caracas (CESC), institución perteneciente a la Asociación Israelita de Venezuela (AIV) y que este año cumple su tercera década en investigación y salvaguardia del sefardismo no sólo en el país sino también en América Latina.
¿Por qué se decide crear el CESC?
Fue en 1980 en ocasión de los 50 años de la AIV, institución que agrupa a los judíos venezolanos residentes en Venezuela. En ese entonces yo era presidente de la AIV y como siempre fui un enamorado de la cultura judía, y de la sefardí en especial, vi la necesidad de que había que dar a conocer y divulgar toda esta cultura. Por ello, propuse a la directiva de la AIV la creación de un Centro de Estudios Sefardíes de Caracas.
¿Cómo fueron estos inicios?
Recuerdo que llamé a mis amigos Abraham Levy Benshimol, Alberto Botbol y Amram Cohen, quienes también estaban en la Directiva de la AIV, e hicimos un escrito formal pidiendo que se constituyera el Centro de Estudios Sefardíes de Caracas, y así se hizo. Para entonces, todos estábamos en la directiva comunitaria, de hecho como dije yo era el presidente de la AIV, y pues se facilitó la creación y ejecución del proyecto, que fue aprobado.
¿En un principio quiénes eran los encargados?
Para 1980 el personal era el mismo que el de la AIV y nosotros, los directivos, éramos los voluntarios que se encargaban de salvaguardar todo lo que estaba a nuestro alcance sobre el mundo sefardí.
¿Cuáles fueron las primeras actividades del CESC?
Los dos primeros años nuestra prioridad fue publicar la revista Maguen. En 1982 decidimos designar un Consejo Directivo y pedimos al Dr. Jacob Carciente que fuera el presidente, figura que estaba prevista en el acuerdo de constitución que realizamos en la AIV en 1980 y desde aquí empezó a trabajar el CESC en actividades como la organización de la Semana sefardí, la publicación de múltiples libros, los cuales pueden verse en la página Web del CESC www.centroestudiossefardies.com.
¿Y cuál fue su labor?
Se puede decir que he hecho casi de todo. Yo era el director de publicaciones y de la revista Maguen. Me encargaba de muchas cosas como contactar la imprenta, pedir presupuesto, corregir, editar, relacionarme con otras publicaciones e instituciones sefardíes del extranjero, pues casi de todo, pero con mucho amor ya que me apasiona el mundo sefardí y quiero conservar la historia de mi pueblo.
¿Ha tenido una evolución el CESC?
Pues claro que sí, ahora contamos con material digital en Internet visitando la Web www.centroestudiossefardies.com.
¿Quiénes han sido los presidentes?
Desde 1980 a 1982 yo fungí en el cargo hasta que pasó a serlo el Dr. Jacob Carciente y lo sustituí en el año 2000. Después de mi entró Abraham Levy, quien por sus responsabilidades en la CAIV dejó el cargo y pasó a ser presidente Amram Cohen y en estos momentos, con un excelente trabajo, la presidenta es Miriam Harrar de Bierman.
¿Qué proyectos se tienen?
Actualmente se cuenta con un nuevo consejo directivo. Estoy seguro que se sigue como una prioridad la publicación de la Revista Maguen, así como la organización de la Semana sefardí, de hecho este año se organizó la duodécima. Considero importante seguir con la investigación del mundo sefardí, indagar y conocer mucho más las comunidades judías del Caribe y Centro América, porque a veces uno conoce mucho de las comunidades europeas, lo cual está bien, pero ese mismo trabajo de investigación y recordación de nuestros antepasados y sus rasgos comunitarios se debe hacer en el sefardismo que llegó a América desde hace siglos.
¿Y qué aportes ha dado el CESC al país?
El CESC tiene una serie de cursos y cátedras con universidades venezolanas, como la Universidad Central de Venezuela (UCV), y considero que se deben expandir a otras casas de estudio a nivel nacional.
¿Qué nuevas ideas considera que se puedan implementar?
Había proyectos como tertulias donde cada uno comenta un libro, o algún hecho histórico. En algún momento hubo la idea de crear tertulias sobre “jaquetía”, dialecto que no debe olvidarse, todo lo contrario, debe enseñarse y usarse, así como nuestra historia, quiénes somos y de dónde venimos. A veces se hacen llamados para que miembros de la comunidad vengan a colaborar con nosotros y son muy pocos quienes se acercan a apoyarnos, por ende, somos pocas personas abocadas a esta labor y esto dificulta el desarrollo de actividades. Es muy difícil crear nuevas actividades, lo digo porque he sido presidente y sé las dificultades, pero estoy convencido que se debe seguir intentado sin desanimarse.
Se debe mantener el vínculo con revistas e instituciones extranjeras que están en esta misma labor, esto promueve un apoyo mutuo y una mayor difusión y salvaguardia de la cultura sefardí, que es nuestra meta.
Por Abel Flores
Fuente: CAIV