La noche triste de los cristales rotos

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Por Levy Benshimol R.
El 9 de noviembre  de 1938, los nazis desataron una muy bien planificada y elaborada ola de violencia contra la población judía en toda Alemania, Viena y Austria, cuando tropas de asaltos y ciudadanos comunes  activistas del régimen nazista,  saquearon destruyeron a 1.500 sinagogas, una cantidad sin números de cementerios judíos y más de 7.500 negocios y golpearon con mazo y porras a gente inocente.
Esa trágica y dolorosa noche, de ese 9 de noviembre, que hoy recordamos con honda tristeza y profunda reflexión, es la llamada “KRISTALLNACHT” (Noche de Cristales), que la conocemos con la “Noche de los Cristales Rotos” o “Noche de los Vidrios Rotos” y la que inició la persecución, tortura y muerte a más de seis millones de judíos. Esa noche, nace como la excusa de ser una represalia, por el asesinato en París de un funcionario de bajo rango de la embajada de Alemania en Francia, llamado Ernest von Rath, de mano de un joven de 17 años, refugiado judío polaco, Herschel Grynszpan, el  día 7 de noviembre de ese año.
Esa noche del 9 de noviembre, los altos jerarcas del régimen nazi, reunidos en Munich, conmemoraban  el aniversario del fallido intento de Hilter de tomar el gobierno de Baviera en el año 1923. El ministro de Propaganda nazi, Joseph Göbbels, al conocer de la muerte del Von Rath, señaló que ya era hora de golpear a los judíos y se  puso en marcha el “progrom”, el que tenia que parecer espontáneo y popular.
Esa trágica noche del “progrom”  además de las destrucciones físicas a sinagogas, hogares y negocios, más de 30.000 judíos fueron detenidos, de los cuales unos 100 fueron asesinados y otros enviados a los campos de concentración en Duchau, Sachsenhausn y Buchenwald. La Noche de los Cristales Rotos o Kristallancht, fue sólo el preludio del Holocausto, donde millones de judíos sufrieron persecuciones, torturas, maltratos físicos, mentales,  religiosos y muertes.
Los seres humanos del mundo debemos  recordar ese día como uno de los más nefastos de la humanidad, por su barbarie y lo que ha representado para la historia.

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