El Cíclope Totalitario
05/01/2012
Rabí Moshé Ben Maimón
13/01/2012

Por Beatriz W. De Rittigstein
En estos días, Israel está demostrando que su sistema corresponde a una verdadera democracia y no guarda similitudes con la teocracia iraní, que impone a las mujeres un régimen de esclavitud el cual llega hasta la lapidación.
La violencia generada por un diminuto grupo de extremistas que pretende segregar a la población femenina israelí, inspirado en una errada interpretación religiosa, está siendo enfrentada con decisión.
La institucionalidad y las leyes se pusieron en marcha. El Ejecutivo, desde el Primer Ministro y el Presidente, ordenaron los correctivos; los cuerpos policiales cumplieron con sus funciones. El Poder Judicial actuó en consecuencia; y las autoridades rabínicas recalcaron lo que dictamina el credo.
Netanyahu rechazó el furor contra las mujeres y añadió: "no podemos aceptar el vandalismo contra las mezquitas o el ataque a la gente. Eso puede pasar, pero si ocurre, debemos actuar con autoridad contra los perpetradores".
La ética judía sostiene que sólo si se respeta al individuo, independiente de su procedencia, fe, ideología, género, estrato social y económico, se podrá vivir libre y dignamente. Bajo esta perspectiva, en la Biblia encontramos numerosos enunciados que resaltan la obligación de respetar la pluralidad humana. Por ejemplo, nos exhorta: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo (Levítico 19:18). Hillel, uno de nuestros sabios, lo enfatiza: "Lo que es malo para ti, no lo hagas a tus semejantes. Esto es toda la Torá, lo demás es comentario". Los Diez Mandamientos constituyen las leyes básicas que aseguran la convivencia armoniosa.
En la actualidad, los diferentes sectores israelíes están procediendo para aislar a los fanáticos y proteger a la democracia de quienes intentan dañarla.

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