Por Rubén Kaplan
El reelecto presidente -en comicios fraudulentos- de La República Islámica de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, trasuntando un ostensible desdén por la justicia y las normas internacionales, designó el 19 de agosto pasado ministro de Defensa ad referendum del Majlis (el Parlamento), al ex comandante de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria iraní, Ahmad Vahidi, buscado por la Interpol en virtud de su participación en la planificación y dirección del abominable ataque terrorista del 18 de julio de 1994 contra la Asociación Mutual Argentina Israelita (AMIA) en Buenos Aires, que causó la muerte de 85 personas y dejó heridas a 240, en su mayoría argentinos.
Vahidi, cuyo nombramiento en sustitución de Mostafa Moahmmad Najjar, el nuevo ministro del Interior, evidencia la creciente fuerza de la Guardia Revolucionaria y el renovado desafío de Ahmadinejad a Occidente junto a su intención de subvertir Medio Oriente, también estuvo involucrado en el atentado terrorista con coche bomba de las Torres Khobar en Arabia Saudita el 25 de junio de 2006, llevado a cabo por un grupo autodenominado "Hezbollah Hiyaz." El ataque, en el que la Guardia Revolucionaria, la Oficina del Líder Supremo Khamenei, y el Ministerio de Inteligencia iraní, estaban directamente implicados, se cobró la vida de 19 soldados estadounidenses y un saudí, y más de 400 heridos.
Ahmad Vahidi, interdicto desde junio de 2008 por la Unión Europea, está considerado como una persona vinculada a la proliferación atómica de Irán y al desarrollo de armas y vectores nucleares. Dentro de su jurisdicción, los Estados miembros de la UE deben congelar todos los fondos y recursos económicos de su propiedad y deben asimismo garantizar que éstos no se pongan a disposición o en beneficio de la persona mencionada.
Su nominación como ministro de Defensa, indica que Irán continuará promoviendo su agenda revolucionaria y pondrá énfasis en apoyar las organizaciones terroristas islámicas en todo el mundo y en especial en Medio Oriente, socavando de esa manera la agenda política de EEUU tendiente a promover el proceso de paz. Para ese menester, Irán aumentará el apoyo militar, económico y político a las organizaciones terroristas, Hezbollah, Hamas y la Jihad Islámica Palestina.
En el plano interno, la eventual asunción de Vahidi, y otros ministros afines, demuestra que Ahmadinejad diseña un plan general para fortalecer el control de la Guardia Revolucionaria y de las milicias Basij, las mismas que reprimieron ferozmente las protestas del pueblo iraní, que manifestaba por el fraude en los comicios. El inusual cuestionamiento al Líder Supremo Khamenei, que convalidó el resultado del sospechado acto electoral, redundará en un sometimiento de las instituciones religiosas y una militarización de la política de Irán y el control de su economía.
La escandalosa postulación de Amad Vahidi, constituyó para Israel una “falta de respeto al mundo, un claro apoyo al terrorismo internacional”. Por su parte, Estados Unidos calificó tibiamente de “perturbadora” la decisión del presidente de Irán de designar como nuevo ministro de Defensa a un militar buscado por Interpol en conexión con el atentado a la AMIA.
Tras el anuncio del nombramiento de Ahmad Vahidi como ministro de Defensa, el fiscal argentino Roberto Nisman fue entrevistado por Associated Press y citado por el diario británico The Guardian el 22 de agosto: "El fiscal argentino Alberto Nisman, que encabezó la investigación sobre el atentado de 1994, dijo que Vahidi está acusado de ser “Un participante clave en la planificación " del ataque. "Se ha demostrado que Vahidi participó y además aprobó la decisión de atacar la AMIA, durante una reunión en Irán el 14 de agosto de 1993. “Irán siempre ha protegido a los terroristas, dándoles puestos en el gobierno, pero creo que uno nunca tan alto como éste”.
En octubre de 2008, un tribunal iraní informó a las autoridades judiciales de Argentina que no tenía intención de detener a Vahidi ni a los otros altos funcionarios iraníes, acusados de haber estado detrás del atentado contra el edificio de la AMIA. Irán, como es de práctica, atribuye a una "conspiración sionista" las reacciones por el infame nombramiento de Vahidi, asegurando que la misma, acelerará el dictamen favorable del Majlis.
Los familiares de las víctimas del atentado a la AMIA y gran parte del pueblo argentino repudiaron el nombramiento de Vahidi, aunque hubo una dolorosa e irritante excepción. La Asociación Árabe Argentina Islámica, en concordancia con Irán, emitió un comunicado en el que expresaba su “estupefacción y vergüenza ajena ante la reacción histérica y desmedida de la Cancillería de nuestro país, Argentina, al enterarse del nombramiento del General Ahmad Vahidi como Ministro de Defensa de la República Islámica de Irán". “Como argentinos, tenemos el deber de advertir a nuestro gobierno acerca de los papelones que está cometiendo una tras otra vez, en este caso, la Cancillería Argentina, llevada por las narices por una parte de la comunidad judía de nuestro país que promueve la discordia”.
El influyente diario Wall Street Journal, en un reciente editorial, alerta al presidente Obama a que endurezca las sanciones contra Teherán, antes que Israel, en uso de legítima defensa y por estrictas razones de supervivencia, ataque las instalaciones nucleares de Irán. Imperturbable, Ahmadinejad, el cínico negador del Holocausto, quien promete sostenidamente la eliminación del Estado hebreo, hace alarde de confianza en sí mismo y exhibe desprecio, insensibilidad y falta de consideración por las normas internacionales.