Por Rubén Kaplan
La tensa situación que se venía registrando desde hace un tiempo en la volátil frontera norte que divide Israel con el Líbano, eclosionó el martes 3 de agosto en el más grave incidente entre las Fuerzas Armadas Libanesas y el Ejército de Defensa de Israel (IDF en su sigla en inglés) desde la guerra que libraron en verano del 2006 ambos países. La seria escaramuza que pone en vilo a la región y arrojó un saldo provisional de varios muertos y heridos entre los respectivos bandos, se produjo sugestivamente, antes de “un discurso mayor” que tenía previsto pronunciar el jefe del Hezbollah, Hassan Nasrallah, en la misma fecha que ocurrió la colisión, y pocos días después de la visita del presidente sirio Bashar al Assad al País de los Cedros, que tuvo como objetivo primordial, morigerar el efecto de la investigación del Tribunal Especial para el Líbano de la ONU que estableció, preliminarmente, la responsabilidad del movimiento terrorista Hezbollah como brazo ejecutor de Siria en el atentado que le costó la vida al ex Primer Ministro libanés Rafik Hariri, asesinado el 14 de febrero de 2005 en Beirut.
Líbano, quien alega que tres de sus soldados fueron muertos al igual que un periodista de la agencia de noticias kuwaití al Jazeera, (extrañamente presente en el lugar de los sucesos) y reporta que un número indeterminado de civiles resultaron heridos, atribuye el choque armado a que "soldados israelíes trataron de arrancar un árbol, tras lo cual hubo enfrentamientos entre ambos lados de la frontera". La pueril explicación brindada por un vocero del ejército libanés que prefirió escudarse en el anonimato, añadió que "los soldados israelíes dispararon primero y los libaneses replicaron". Presuroso, el presidente de Siria, Bashar al Assad, llamó este martes por teléfono a su homólogo de Líbano, Michel Suleiman, para mostrarle su apoyo tras el incidente registrado en la frontera con Israel. Al Assad condenó esta "atroz agresión", según recoge un comunicado divulgado por la agencia oficial siria Sana.
El presidente sirio considera que "esta agresión demuestra una vez más que Israel siempre busca desestabilizar la seguridad y la estabilidad en Líbano y en toda la región". Asimismo, Saeed Eid, el Secretario General el Supremo Consejo de Defensa del Líbano, declaró: " Tras las consultas, el Consejo ordenó al país responder a cada agresión contra nuestra tierra, nuestras fuerzas armadas, o nuestros civiles con todos los medios a nuestra disposición.”
Por su parte, Israel, que ya está investigando si quienes agredieron a sus hombres fueron miembros del Hezbollah con uniformes del ejército libanés, refutó la falaz versión del Líbano, que afirmaba que el ejército de Líbano había abierto fuego contra soldados israelíes que se infiltraron en territorio libanés, aseverando que sus soldados realizaban operaciones de rutina que son llevadas a cabo desde la finalización de la Segunda Guerra del Líbano, limpiando arbustos en un enclave fronterizo de la zona dentro de territorio israelí, cuando fueron atacados por las tropas del Líbano. Según el IDF, durante el incidente, que tuvo lugar a mediodía del día martes, en el fue asesinado por francotiradores el Comandante de Batallón Teniente Coronel Dov Harari y herido de gravedad el Capitán Ezra Lakia, los soldados libaneses emboscaron a una fuerza israelí del Cuerpo de Ingeniería que operaba en el lado israelí de la frontera. En un enérgico comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel dijo que “hace al gobierno libanés responsable de los serios incidentes y le advierte sobre las repercusiones, si las violaciones continúan”. “Israel ve al ataque a la FDI que actuaba en coordinación con la UNIFIL (Fuerza Interina de las Naciones Unidas) en la frontera, como una flagrante violación de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad”. En concordancia con la declaración de su Cancillería, las misiones israelíes en las Naciones Unidas planean elevar una queja al jefe de la organización y el Consejo de Seguridad. Hablando en una rueda de prensa el martes por la tarde, el Mayor General Gadi Eizenkot, a cargo del Comando Norte, calificó el incidente de una “emboscada intencional". El ministro de Defensa de Israel, Ehud Barak, calificó el episodio como un ataque " terrorista asesino ", y advirtió al gobierno libanés que cese la " continua provocación al IDF como lo ha estado haciendo recientemente ", y exigió que el ejército libanés investigue y descubra quién era el responsable del ataque del martes. Como corolario, el primer ministro Binyamin Netanyahu ha encargado al ejército israelí responder enérgicamente a cualquier nueva agresión de Líbano, y culpó por el incidente mortal del martes a ese gobierno.
Con una inusual franqueza y objetividad, las fuerzas del UNIFIL que recorrieron el sitio del mortal intercambio de disparos en la frontera norte, avalando la versión de Israel, dijeron que la actividad del IDF, no justificaba el ataque lanzado por soldados del ejército libanés.
A diferencia de otras oportunidades, donde demoró la comunicación, Israel que parece haber aprendido la lección, actuó con celeridad y dio a conocer una fotografía aérea donde se observa un mapa del lugar exacto del incidente que ocurrió claramente dentro de su territorio, al norte de la ciudad israelí de Misgav -Am en la región de Galilea, a lo largo de la frontera entre Israel y el Líbano.
La táctica de inflamar la frontera entre Israel y Líbano, utilizada como distracción, es funcional al interés de Irán en su intención de obtener bombas nucleares. También favorece a Siria que emerge como autor intelectual del asesinato de Rafik Hariri. Quien se avizora puede ser nuevamente el mayor damnificado es Líbano, que al permitir el ingreso a su gobierno al Hezbollah y su ejército paralelo, debe comprender que tendrá que hacerse responsable de todo ataque que proceda de su territorio y asumir el riesgo de sufrir una devastación mayor a la acaecida en la última guerra.
Fuente: Guysen News