Por Guido Maisuls
El lector sabe que la población de Israel es de alrededor de un milésimo de la población mundial. Hay sólo 7.695.000 personas viviendo en nuestro pequeño país mientras que en este año 2011 superaremos el umbral de los 7.000 millones de seres humanos viviendo en nuestro planeta.
Siendo Israel uno de los países más pequeños del mundo con una superficie de unos 22.000 km2, con una presencia climática nada privilegiada, rodeado de implacables y feroces enemigos, con una escasez extraordinaria de recursos naturales y contando con sólo 62 años de vida independiente, se ha convertido en un verdadero buen ejemplo para el mundo, con capacidad de influir a otros países en un camino superador.
Israel se ha transformado así en “el modelo del presente”, en una gran posibilidad de transformarse en un espejo constructivo para el mundo, con la alta probabilidad de causar una inminente influencia positiva, de ser un potencial modelo alternativo para la mayoría de los países del orbe.
Ante la evidente presencia de este pequeño gran faro que ilumina desde Oriente Medio tengo la posibilidad de demostrar cuales son los grandes motivos que refuerzan estos serios indicadores de su realidad, que demuestran realmente que estamos ante “el país de los buenos ejemplos”:
Según Newsweek, Israel es un muy buen lugar para vivir, el mejor en Medio Oriente. Clasifica a Israel como el 22 mejor país en el mundo. Newsweek clasificó a los “mejores países” utilizando cinco parámetros de medición: educación, salud, calidad de vida, dinamismo económico y ambiente político.
En un artículo titulado “Los mejores países en el Mundo”, Israel fue ubicado entre España e Italia, clasificándose séptimo en salud, 25 en calidad de vida y 15 en dinamismo económico. Newsweek clasificó a Israel en un excelente 27 lugar en ambiente político.
Israel es el octavo país más feliz del mundo. La revista Forbes publicó que según un estudio de la Encuesta Mundial Gallup Israel era el octavo país más feliz del mundo, empatado con Canadá, Suiza y Australia.
La organización “Programa de Desarrollo” de las Naciones Unidas publicó la calificación actualizada de las naciones desarrolladas en el mundo, la medición de Desarrollo Humano (HDI) en la que Israel ocupa el 15 lugar entre las Naciones Desarrolladas.
Israel es el país del mundo con el más alto número de computadoras per cápita, con siete por cada 100 personas. En el segundo puesto con 5,26 computadoras por cada 100 habitantes está Canadá. Gran Bretaña en el séptimo puesto y los Estados Unidos en el octavo. En la calidad de su red de comunicación Israel está en el puesto 18, delante de Japón (19) y Francia (21).
La Declaración de Independencia del Estado de Israel en 1948, garantiza la libertad de culto a toda la población. Toda comunidad es libre, por ley y de hecho, de practicar su fe, observar sus festividades y su día semanal de descanso, y administrar sus asuntos internos. Cada comunidad tiene sus propios consejos y cortes religiosas, con jurisdicción sobre todos los asuntos religiosos y de derecho personal, como matrimonio y divorcio. Cada una tiene sus lugares de culto, en los que ha desarrollado a lo largo de los siglos sus rituales propios y una arquitectura característica. (Israel Ministry of Foreing Affaires).
Israel tiene el más alto promedio de universitarios por habitante del mundo.
Israel produce más documentos científicos por habitante que ninguna otra nación por un margen muy amplio: 109 por cada 10.000 habitantes.
En proporción a su población, Israel tiene el número más alto de start-ups (nuevas compañías de alta tecnología) en el mundo después de los Estados Unidos. Con más de 3.000 compañías de high tech y start-ups, Israel tiene la más alta concentración de compañías de alta tecnología en el mundo. Sólo los Estados Unidos le gana en inversiones en alta tecnología.
Israel tiene el nivel de vida más alto de Oriente Medio.
El 24% de la fuerza laboral israelí tiene título universitario, el porcentaje más alto del mundo después de Estados Unidos y Holanda. Es más; el 12% tiene realizado su Doctorado. Esto a pesar de los por lo menos tres años que todo joven israelí tiene que servir en el ejército, y la costumbre de ellos de viajar durante un año por el extranjero (a países de bajo costo) después de terminar su servicio militar.
Israel tiene el tercer puesto mundial en empresarios y el más alto entre las mujeres de más de 50 años.
Israel es el segundo país del mundo en lectura de libros por habitante.
Israel lidera el mundo en número de científicos y técnicos dentro de su población laboral, con 145 por 10.000, mientras que Estados Unidos tiene 85, Japón 70 y Alemania 60. Y más del 25% de su fuerza laboral está empleada en puestos técnicos.
Israel obtuvo tres Premios Nobel de la Paz, dos de Economía, dos de Química, uno de Literatura y logró ser el tercer país del mundo en mayores patentes per cápita.
Dijo Mark Twain: “Pocas cosas son más difíciles de soportar que la molestia de un buen ejemplo”.
Sabiendo que dar el ejemplo es hacer algo digno de ser imitado, de acuerdo a sus cualidades, por todos los demás y como tú viste, Israel produce muy buenos ejemplos. Pero también produce ciertas molestias y cuando un buen ejemplo lo hace es porque, increíblemente, está causando estorbo, fastidio, desagrado, enfado, mortificación, enojo, engorro o trastorno a ciertos intereses, ideologías y corrientes de opinión.
¿Por qué ciertas cosas son más difíciles de soportar que la molestia de un buen ejemplo?