La maquina del tiempo, este es el sentir mio cuando estoy en la librería con libros antiguos del Sr. Hober en Budapest, Hungria.
Hober ya conoce mis debilidades, y luego de decirme hola y de entregarme un vaso de agua mineral (el Sr. Hober es naturista vegetariano) me lleva por las escaleras hacia el sotano gigante e iluminado, al sector "judío".
El sector judío es una pieza donde hay libros antiguos de temas que aparentan para el Sr. Hober judíos. Entre los libros viejos hay algunos que no valen ni las tapas de cuero que llevan y en pocos casos se puede encontrar reales creaciones de cultura.
Muchos son los libros liturgicos viejos que quizás fueron robados de la "gniza" de las Sinagogas, capitulos del Talmud, el Tanaj, Mishnaiot, Shuljan Haruj, Sidurim viejos con tradición Ashkenaz. Suelo abrirlos para observar quienes eran sus dueños, quién fue el joven que recibió el libro para el Bar Mitzva hace 200 años, y a quién se le entrego durante su vida. Curiosidad.
Muchos de los libros estan escritos en alemán, y son libros goticos que fueron escritos por cristianos o judíos asimilados.
De vez en cuando se puede encontrar un capítulo de Talmud escrito a mano, que son muy caros, varios miles de euro y estan desplegados en un armario detrás de una vitrina iluminada. Hober sabe su valor. Y a veces hay ofertas como el libro Palestina, de Hadriani Relandi llamado el profesional. palaestina ex monumentis veteribus illustrata, המו”ל הוא, Trajecti Batavorum: Ex Libraria G. Brodelet, 1714.
Se puede encontrar estos libros originales en varios lugares del mundo y también en la Universidad de Haifa. Se puede ver donde se encuentra el libro y también se puede encontrar detalles del autor y más.
El autor Rilandi, hombre destacado, geografo, cartógrafo y filólogo sabía perfectamente hebreo, árabe y griego antiguo, más las lenguas europeas. El libro esta escrito en latín. En 1695 fue enviado a recorrer la tierra de Israel o con el nombre de entonces Palestina. En su recorrido investigó 2500 lugares principales que estan nombrados en el Tanaj o en la Mishna.
Su forma de investigación es interesante. Primero, mapea la Tierra de Israel. Segundo, Rilandi ubicó con su nombre a cada uno de los lugares nombrados por la Mishna o el Talmud. Con el original nombre judío, cita el versículo que el corresponde en los libros santos. Si el nombre original es romano o griego, trae en griego y en latín el vinculo. Tercero, también hizo una estadística de la población de cada uno de los asentamientos.
Las principales conclusiones son:
1. Ningún poblado en la Tierra de Israel tiene un nombre original en árabe. Los nombres de los poblados son en su mayoría hebreos, o griegos o latinos romanos. Hasta el día de la fecha practicamente, ningún asentamiento árabe (fuera de Ramle) tiene un nombre árabe original. La mayoría de los poblados tienen origen hebreo o griego que fue desfigurado al árabe sin un sentido claro. No tienen ningún sentido en árabe el nombre de Acco, Haifa, Yaffo, Nablus, Gaza o Jenin y otros nombres de ciudades como Ramallah, El Jalil y El Quds que no tienen raices históricas o filográficas árabes. En el año 1696, el año del recorrido, Ramllah por ejemplo, es llamada Betela (Bet El), Hebrón es llamada Hebrón, y la Cueva de los Patriarcas es llamada por los árabes El Jalil (Sobrenombre del patriarca Abraham).
2. La tierra estaba en su mayoría vacía, desierta y sus habitantes eran pocos y se centralizaban en las ciudades como Jerusalem, Acco, Safed, Yaffo, Tiberia y Gaza. La mayoría de los habitantes en las ciudades eran judíos y el resto eran cristianos y muy pocos musulmanes que en su mayoría eran beduinos. Fuera de Nablus, …. donde estaban asentadas unas 120 personas de la familia musulmana Natasha y unos 70 samaritanos.
3. En Nazaret, capital del Galil, habían unos 700 pobladores, todos cristianos. En Jerusalem habían 5000 personas, la mayoría judíos y la minoría cristianos. Lo interesante es que a los musulmanes Rinaldi los nombra como unas pocas tribus beduinas, que llegaron como empleados temporales para ser utilizados como fuerza laboral en la agricultura o en la construcción. En Gaza por ejemplo, habían 550 personas, 50% judíos y 50% cristiano. Los judíos se ocupaban de la agricultura floreciente de los viñedos, aceitunas y trigo (Gush Katif) y los cristianos se ocupaban del comercio y del traslado de las producciones. En Tiberia y en Safed eran poblados judíos, aunque no se trae que se ocupen de la pezca en el Kinneret, una profesión de Tiberia antigua. Un poblado como Um el Fahm por ejemplo, habían 10 familias, todas cristianas, como 50 habitantes, y también una Iglesia Maronita (Familia Shahada).
4. El libro contradice de forma completa las teorías postmodernistas de la "herencia palestina" o del pueblo palestino. Y afirma y confirma la pertenencia de la tierra de Israel al pueblo judío y la falta de pertenencia definitiva de los árabes, que robaron aún el termino latino Palestina y se lo apoderaron.
5. Por ejemplo en España, en Granada, se ve la herencia y la construcción árabe. Ciudades gigantes como Granada en Andalucía, ciudades como Guadalajara, que cuentan con una herencia cultural árabe real: escritura, obras de arte, arquitectura, medicina y más. Unos 700 años de gobierno árabe en España dejaron una herencia que no se puede ocultar o esconder. Y en vez aquí, nada, no hay nombres de ciudades, no hay cultura, no hay arte, no hay historia, no hay testimonios de gobiernos árabes. Solo robo y fraude, robo del lugar más importante para los judíos, robo de la tierra prometida a los judíos. Ultimamente con el patrocinio de todo tipo de israelíes postmodernistas, el robo de la historia.