Homenaje al filósofo Juan Nuño en Bnai Brith Vzla

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El pasado 16 de octubre se realizó en la sede de la Fraternidad Hebrea B´nai B´rith de Venezuela un homenaje al filósofo Juan Nuño, quien fuera profesor de la Universidad Central de Venezuela. Durante el evento también se presentó el libro: “Escritos judíos” de Juan Nuño, el cual es una recopilación de diversos artículos de este destacado catedrático y pensador en los que aborda la temática judía, Israel  y el sionismo.
El evento y la publicación del libro fueron patrocinados por el Espacio Anna Frank, la Confederación de Asociaciones Israelitas de Venezuela (CAIV) y la Fraternidad Hebrea B´nai B´rith de Venezuela. Se destaca que la edición e introducción de esta obra fue realizada por la hija de Juan Nuño, Ana, quien no pudo asistir al evento por motivos de salud; no obstante ella es el alma y motor de esta actividad en homenaje a su padre, y que con denuedo, persistencia y mucho amor, se ha dedicado a rescatar y reeditar el legado de Juan Nuño.
En sus palabras de bienvenida y apertura, la embajadora Miriam Feil, presidenta del Consejo Nacional de B´nai B´rith Venezuela, expresó que “nos sentimos  muy orgullosos y honrados de rendirle un merecido homenaje  al filósofo  Juan Nuño al cumplirse  85  años de su nacimiento y  unirnos a la serie de actividades que se han venido realizando en el país en su memoria. Puedo agregar que Juan Nuño es amigo de larga data de B’nai B’rith, porque compartimos  su esencia libertaria y muchos de sus pensamientos. Juan Nuño fue Premio B’nai B’rith de Derechos Humanos 1975. Este premio es el máximo reconocimiento que otorga nuestra institución a personas que se han destacado en el ámbito nacional y  han hecho  grandes aportes al desarrollo de las artes y las ciencias, han cumplido una importante labor social y educativa como este insigne filosofo”.
Feil recordó que Juan Nuño también tuvo un papel destacado en el Comité Venezolano de Estudios sobre la situación de la Minoría judía en la URSS que luego se constituyo en Comité Permanente Venezolano Pro Derechos Humanos de la Minoría Judía en la Unión Soviética (1978-1990).
Discursos
El Dr. Levy Benshimol, ex presidente de la Confederación de Asociaciones Israelitas de Venezuela (CAIV) comentó que “la comunidad judía de Venezuela siempre respondió con creces al llamado de la CAIV para apoyar a nuestros correligionarios discriminados en la Unión Soviética. Se realizaron  manifestaciones públicas, envío de cartas a la embajada rusa que no eran recibidas, foros diversos, encuentros de solidaridad, rezos en las sinagogas y manifestaciones pacíficas frente a la embajada de la Unión Soviética”. Continuó: “Juan Nuño siempre nos acompañó en esta lucha, su presencia, como la de otros intelectuales, académicos, políticos y hombres y mujeres de bien, todos  simpatizantes de esta causa, sirvió de estímulo e incentivo para continuar en esta desigual batalla, que finalmente ganamos, cuando miles de judíos soviéticos comenzaron a emigrar a Israel y otros países a finales de la década de 1980 a raíz del colapso de la URSS”.
Por su parte, Paulina Gamus en sus palabras habló sobre la primera vez que conoció a Juan Nuño: “No recuerdo quién ni cómo me habló de Juan Nuño, un prestigioso profesor de filosofía, español de origen y ex marxista, que combatía entre muchas de las lacras del comunismo soviético, su virulento antisemitismo. Lo llamé por teléfono, lo invite a visitarme en mi muy poco concurrida oficina  de Altamira y una mañana llegó un hombre de mediana edad, estatura más bien baja, delgado, con lentes y con una barba oscura en la que apenas asomaban algunas canas. Vestía con corrección europea y hablaba con un acento español que no lo abandonó a pesar de su venezolanidad adquirida y llevada con el orgullo que sólo su ironía (que aún me faltaba conocer) lograba disimular. Los nacionalismos eran algo de lo que sabía huir como si se tratara de alguna epidemia. Jamás le pregunté qué pensó cuando se encontró con aquella joven bastante desvalida en términos de ideología marxista y mucho más de conocimientos filosóficos. Por mi parte sentí el respeto, que se fue haciendo reverencial, de un alumno por el maestro que lo sabe todo y lo sabe bien”. Reflexionó: “Nuño me ayudó a entender las razones históricas del antisemitismo soviético y porque una de las razones para apartarse de la devoción marxista de su juventud y de sus primeros escritos, fue la incapacidad del comunismo estalinista para deslastrarse del antisemitismo militante de la era zarista, aparte de todas las purgas y crímenes que cometió. Esa renuncia le costó y costaba el ataque permanente de los comunistas que lo consideraban un traidor a la causa, revisionista y comprado por el capitalismo por supuesto que sionista.  Me hizo leer a Sartre quien hacía denuncias similares pero corría con la suerte de ser francés y de vivir en su país natal donde gozaba del respeto al intelecto y al prestigio consolidado”.
El profesor Carlos Villalba habló sobre la amistad y los momentos que compartió con Nuño. “Esa amistad con Juan no ha terminado porque él haya muerto. Únicamente, sí la amistad es verdadera, ella concluye cuando las dos partes desaparecen de los días corrientes. Él, sigue estando entre mis amigos, como lo están también Oswaldo y Miguel Ángel, y a ninguno de ellos  los veo menos. Nuestra amistad no comenzó por el afecto, comenzó por la admiración y el respeto, concluyó transformando la generosidad  con la que empleaba sus conocimientos, en genuino cariño. Su razón no obligaba, su razón convencía. Busquémoslo”.
También se deben destacar las participaciones de Marianne Kohn Beker, directora y miembro fundadora del Espacio Anna Frank, quien habló del magistral pensamiento de Juan Nuño y lo comparó con la destacada filósofa y política judeo-alemana Hannah Arendt. Por su parte el Dr. Gustavo Arnstein, ex director del semanario comunitario Nuevo Mundo Israelita, quien exclamó: “Hay seres que llegan a uno para no irse jamás. Tal el caso de Juan Nuño, que, diecisiete años después de su irreparable desaparición física, está más cerca y vivo que nunca en nuestro fuero interno. Es la hendidura afectiva que dejan indeleblemente aquellos semejantes que impactan con las virtudes de su humanidad y cuya conducta existencial e intelectual dejan mella definitiva en quienes, por una razón u otra, se ven inmersos en su campo gravitatorio de acción”.
Al finalizar los discursos de orden, los presentes tuvieron la oportunidad de reflexionar sobre la vida de Juan Nuño, sus anécdotas y recuerdos, para luego pasar a un brindis en homenaje a uno de los más grandes filósofos que ha tenido el país, la Universidad Central de Venezuela y con quien la comunidad judía tuvo una verdadera amistad.
Por Abel Flores
Fuente: CAIV

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