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Por Samuel Auerbach
Las continuas construcciones en los territorios a negociar, no dejan de ser motivo de preocupación para los palestinos que ven con ello, una firme posición de Israel en un asunto central que todavía no se discutió.
Es comprensible que por ese motivo, el presidente palestino Mahmud Abás se niegue a continuar con las conversaciones de paz. Es comprensible pero no es lo que le conviene.
Si en realidad Abás es sincero cuando clama por un Estado palestino que habrá de vivir en armonía con Israel, debería sentarse a conversar a pesar de las construcciones y ver qué sucede en el momento dediscutir eldestino de los terrenos conquistados.
De la misma manera, si el primer ministro Biniamin Netaniahu no se opone que en la zona existan dos pueblos con dos Estados, para facilitar el comienzo de las conversaciones no debería exigir a los palestinos que reconozcan a Israel como un Estado judío, antes de ponerse a conversar con ellos. Es un importante tópico que podría estar incluido en la frondosa agenda a discutir durante las tratativas.
Si ambos no mienten cuando dicen que quieren llegar a un acuerdo de paz, tendrían que facilitar al máximo el comienzo de las tratativas para poder en ellas limar diferencias, resignar pretensiones y efectuar concesiones como el ideal de ambos lo exige concretar en la realidad..
Pero no olvidemos que esos personajes no están solos. Netaniahu, frenado por los grupos intransigentes que integran su coalición gubernamental, no puede detener el avance de las construcciones sin el riesgo de verla disuelta. Abás no puede convencer a poderosos grupos palestinos que reconozcan que Israel tiene derecho de existir en la zona. Ya varias veces fue amenazado por “conversar con el enemigo”.
Los bien intencionados intermediarios internacionales deberían reconocer que la paz sólo será posible, cuando Abás y Netaniahu se liberen, el primero de los terroristas del Islam, y el segundo, de la extrema derecha israelí. Para Netaniahu no es un imposible. Pero que Abás lo logre, es muy difícil.
Más aún; varias generaciones de israelíes no podrán liberarse de los musulmanes, si es que éstos siguenenseñando a sus niños cómo usar armas para matar a judíos.
Fuente: Aurora Digital

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