Por Adriana Camisar
Después de 19 años de impunidad en la causa por el terrible atentado a la sede de la AMIA, el gobierno argentino decidió firmar un oscuro pacto con Irán. Este fue anunciado de una manera muy informal por la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, a través de su cuenta de Twitter, lo que muestra una falta de respeto absoluta no solo hacia las víctimas de este brutal atentado sino hacia toda la sociedad argentina.
El acuerdo establece, entre otras cosas, la formación de una “Comisión”, compuesta por juristas de “reconocido prestigio legal internacional.” Establece además que estos “juristas” tendrán acceso y deberán revisar toda la documentación de la causa y emitir “recomendaciones.” No esta claro cual es el papel al cual se estaría relegando a la justicia argentina y, en particular, al fiscal de la causa, Alberto Nisman, quien ha estado conduciendo la investigación desde hace años.
Otra de las cláusulas de este desafortunado convenio dispone que los miembros de la Comisión y las autoridades judiciales argentinas e iraníes interrogaran a los acusados en Teherán, lo que es inaceptable.
El gobierno argentino pretende hacernos creer que este acuerdo significa un avance en la lucha por alcanzar justicia en esta causa, pero esto es un insulto a la inteligencia de todos los argentinos de buena fe.
El régimen Iraní no ha dejado de cooperar con la justicia argentina durante tantos años por desconfiar de su transparencia y legitimidad. No ha colaborado porque no tiene ni ha tenido la menor intención de entregar a la justicia a los principales imputados en la causa, algunos de los cuales integran aun hoy la cúpula del poder en Irán (como es el caso del actual Ministro de Defensa Iraní Ahmad Vahidi). Entonces, es mas que ingenuo pensar que ahora si van a cooperar con esta Comisión de juristas “independientes.”
Irán es el mayor patrocinador de terrorismo en el mundo y uno de los peores violadores de derechos humanos del planeta. Desafortunadamente, el gobierno ha pactado con el diablo y el único resultado que se puede esperar de este vergonzoso pacto es que todo lo que se ha avanzado en la causa en los últimos años sea tirado a la basura.
La Presidenta, en su cuenta de Twitter, dijo que se trata de un acuerdo “histórico” porque jamás permitirá “que la tragedia AMIA sea utilizada como pieza de ajedrez en el tablero de intereses geopolíticos ajenos.” Lo que aparentemente quiso decir, es que la causa AMIA no debería ser politizada, pero es eso mismo lo que este “acuerdo” esta haciendo.
Lo que se busca, claramente, es mejorar las relaciones con Teherán a expensas de las víctimas de este terrible atentado. Las razones no son del todo claras. Algunos hablan de intereses comerciales y otros de la necesidad de acercarse aun mas al gobierno del convaleciente Hugo Chávez, principal aliado de Irán en la región. Lo que es evidente es que al firmar este acuerdo, la Argentina se ha terminado de posicionar geopolíticamente a favor de una teocracia fascista, y en contra los estándares propios de las democracias más avanzadas de Occidente.
El acuerdo aun debe remitirse al Congreso para su ratificación. Ojala el Parlamento argentino muestre algo de cordura y se niegue a ratificarlo.