Por César Shabtai Kopelman
El Movimiento Kibutziano cumple en 2010 sus primeros cien años de vida. Hoy es muy diferente a lo que fue en sus inicios. Hubo muchos cambios y transformaciones con el correr del tiempo. Pero antes de hablar de las diferencias, empezaremos por el principio.
Todo comenzó en 1909 cuando un grupo de judíos rusos llegaron a Israel (Palestina en aquella época) con la segunda gran ola inmigratoria, después del fracaso de la Revolución de 1905, huyendo de las persecuciones y matanzas. Al año siguiente estos diez hombres y dos mujeres construyen la primera sociedad agraria basada en la cooperación y la fraternidad y donde la propiedad privada no existe. Había nacido Degania, el primer kibutz del mundo.
Hace unos días me encontré con mi amigo Shai, bisnieto de uno de los fundadores, quien me dijo sin titubear: “El kibutz es la única creación del judaísmo israelí". Shai, le pregunté, que me dices de la Biblia, de Jerusalén, de la primera religión monoteísta. Me interrumpe: “Esas son creaciones judías, el kibutz también es israelí".
Agregó que es un experimento único, que algunos dicen es “anormal". Forzados por la necesidad de desarrollar un tipo de vida comunal e inspirados por su propia ideología sionista socialista, han superado la utopía. ¿Es que acaso puede haber alguien que haya visitado Israel y no estuvo en un kibutz? Si lo hay, no puede decir que estuvo en Israel.
Básicamente los fundadores del kibutz se inspiraron en las ideas del retorno a la tierra de Gordon y el sionismo socialista de Borojov y Sirkin. Gordon insistía que un pueblo no puede ser libre si no produce su sustento por sí mismo, empezando por la producción agrícola. Los judíos no se habían dedicado a la agricultura desde la destrucción del SegundoTemplo. En Europa, los oficios agrícolas les estaban prohibidos y donde no lo estaban, no eran prácticos ya que los judíos eran frecuentemente expulsados de sus países o regiones y el trabajo agrícola requiere un alto grado de arraigo. Por lo tanto, los judíos se dedicaron mayormente al comercio. En opinión de Gordon, la redención del pueblo judío debía pasar, necesariamente, no por la formación de un Estado o el retorno a la tierra de Israel, sino sobre todo, por el retorno a la actividad agrícola.
Por su parte, Borojov afirmaba que la revolución podría darse en el pueblo judío, sólo una vez que tuviera su propio Estado y los judíos pudieran ocupar todos los lugares de la pirámide productiva. La actividad agrícola de los kibutzim era vista por sus miembros, influidos profundamente por la ideología sionista socialista, como un paso necesario hacia la revolución del proletariado. Más que nada es importante resaltar el valor que tiene la tierra y quien la trabaja.
Y desde aquel lejano 1910 podemos decir que los kibutzim han desempeñado un importantísimo papel en la vida del país y fueron esenciales para la creación del Estado de Israel. En los primeros años los kibutzim cumplieron un papel central en el desarrollo de la economía del país, produciendo una parte importante de las exportaciones. Mientras que la importación de productos agrícolas aun no era viable en los primeros años, los kibutzim suplieron en forma casi exclusiva las necesidades del país en esa área. También cumplieron y cumplen un papel importante en la colonización de la tierra y en la defensa de las fronteras.
Asimismo, fueron centro de absorción y adaptación para muchos de los inmigrantes. Los kibutzim han dado a Israel un número desproporcionadamente elevado de sus lideres militares, intelectuales y políticos, aunque el Movimiento Kibutziano nunca fue más del 4% de la población israelí.
Los postulados básicos de los kibutzim son:
a) Propiedad colectiva.- Tanto los medios de producción como los servicios y demás bienes pertenecen a todos los miembros.
b) Trabajo propio.-Para evitar la plusvalía, los miembros del kibutz debían ser los dueños de los medios de producción y también los que aportaran la fuerza de trabajo.
c)Salarios igualitarios.Tanto los salarios para gastos personales como los demás recursos se distribuyen entre los miembros del kibutz según la pauta que cada cual otorga según sus posibilidades y recibe según sus necesidades. No importa si el miembro del kibutz es cocinero, bananero, lavador de vajilla, jubilado o mazkir (secretario general), todos reciben en proporción a la cantidad de hijos a mantener u otros indicadores de sus necesidades, en algunos casos según la antigüedad.
d)Rotación de los puestos.-Se considera muy importante que los altos puestos del kibutz roten entre varios miembros.
e) Decisiones democráticas.-Las decisiones importantes, incluyendo lo concerniente a cambios en los postulados o su aplicación, deben ser tomadas por la Asamblea General de miembros (instancia máxima), en la que pueden participar todos los miembros que así lo deseen.
f)Judaísmo secular cultural.- Si bien hay unos pocos kibutzim religiosos, la mayoría siguen una línea secular cultural y enfatizan los significados agrícolas, comunitarios y socialistas de las distintas festividades judías por encima de su valor como conectores entre Dios y el hombre o rectoras de la vida judía.
g)Voluntario.-Tanto el vivir en el kibutz como el ser miembro del mismo es totalmente voluntario.
h) Centralidad del trabajo agrícola.- En las primeras épocas de su existencia, los ramos agrarios fueron los únicos que desarrolló el kibutz.
Hoy en día hay unos 270 kibutzim, de los cuales aproximadamente dos tercios de ellos han realizado o están pasando por un proceso de transformaciones en su forma de vida.
Antes de explicar sobre estos cambios quiero aseverar con toda mi voz (en este caso con la palabra escrita) que el kibutz sigue siendo kibutz. Y en mi modesta opinión, por mucho tiempo más, por varias razones.
Siempre hubo detractores, pesimistas, que quisieron cavar la tumba y enterrar el kibutz aunque no haya muerto. Cuando el kibutz tomó, por la década de los 50, a los primeros obreros asalariados externos, dijeron que era el principio del fin del kibutz. Cuando en la década de los 60 se levantaron las primeras industrias dijeron que es la hecatombe. Cuando en la década de los 70 se comenzó a dar un presupuesto separado a cada familia para que pueda utilizarlo también fuera del kibutz, los mismos personajes afirmaron que esto quiebra la hegemonía.
Cuando en la década de los 80 se decidió que los niños pasarán a dormir con sus padres en lugar que vivieran todos juntos (rasgo distintivo de los kibutzim), siguieron diciendo que se vendió el rico patrimonio y la ideología. Cuando en la década de los 90 el kibutz decidió poner precios a algunos de los servicios (comedor, lavandería, electricidad, etc.,) para tener mayor control de los gastos tanto de los miembros como del kibutz en general, dijeron que “el muerto" está agonizando y le quedan pocos días de vida.
Así llegamos al nuevo milenio que trajo profundos cambios y transformaciones.
– El autor es miembro del kibutz Hukok y secretario del kibutz Ashdot Iaacov.