1. ¿Qué es el sionismo?
El sionismo es el movimiento de liberación nacional del pueblo judío. Al igual que otros pueblos sobre la faz de la tierra, los judíos afirmaban así su derecho a expresarse nacionalmente en su tierra histórica (Principio básico de Autodeterminación de los pueblos). El sionismo es un movimiento político internacional que propugnó el restablecimiento de una patria para el pueblo judío en la Tierra de Israel. Aunque sus orígenes son anteriores, el movimiento político laico actual fue establecido oficialmente por el periodista austro-húngaro Theodoro Hertzl a fines del siglo XIX. El movimiento tiene como objetivo fomentar la migración judía a Israel, logrando el reconocimiento y la fundación del Estado de Israel en 1948, siendo actualmente el único Estado judío del mundo. El término sionismo deriva de la palabra Sión (uno de los nombres bíblicos de Jerusalén). Este nombre se refiere inicialmente al Monte Sion, una montaña cerca de Jerusalén, y a la fortaleza de Sion en la misma. Más tarde, durante el reinado del Rey David, el término "Sión" se convirtió en una sinécdoque para referirse a toda la ciudad de Jerusalén y a la Tierra de Israel. "Sionismo" fue acuñado como término por el editor judío-austriaco Nathan Birnbaum en 1890.
2. ¿Cómo se desea presentar maliciosamente al sionismo?
No hay movimiento nacional más demonizado que el sionismo. El derecho judío a poseer un pequeño estado propio ha despertado una sostenida hostilidad. Se presenta al sionismo como un movimiento "usurpador, imperial y violento", obviando intencionadamente que el movimiento sionista nunca fue anti-árabe, tampoco el sionismo fue una ramificación del colonialismo y que fueron justamente los sionistas los que estaban dispuestos a aceptar un territorio infértil y del tamaño de Luxemburgo para transformarle en un ejemplo de superación. El antisionista considera a Israel, consciente o inconscientemente, como "el judío" entre los países. El odio hacia los judíos es camuflado en un descomunal odio hacia Israel. Israel es "al que más se exige y denuesta" y es único al que se le reclama justificar su existencia. Pueblos que han sido creados artificialmente por imperios, pueblos recientes con un historial de cien o doscientos años piden justificar su derecho a la autodeterminación a un pueblo (como el judío) con más de 4.000 años de historia demostrados. El antisionista critica a Israel mientras que suele omitir las flagrantes violaciones de derechos humanos en el resto del mundo, sobre todo entre los enemigos de Israel, en sociedades que viven bajo opresión, misoginia y corrupción.
Pueblos que han sido creados artificialmente por imperios, pueblos recientes con un historial de cien o doscientos años "piden" justificar su derecho a la autodeterminación de un pueblo de más de 4.000 años de historia demostrados.
3. Pero… ¿los judíos son un pueblo o no?
El judaísmo es una identidad cultural que entremezcla una identidad étnica, religiosa y nacional, con una memoria e historia común relatada ampliamente ya en los textos bíblicos. Hasta el siglo XVIII, el judaísmo fue reconocido como lo que es, un pueblo. Sin embargo, la llegada de la Haskalá (ilustración judía) supuso un cambio radical en la mentalidad de muchos judíos que se vieron a sí mismos como miembros de un mismo pueblo europeo, pero separados de la tradicional adhesión a la fe judaica. Es decir, una persona podía definirse como alemán o colombiano de religión judía. En la actualidad, la inmensa mayoría de los 14 millones de judíos del mundo afirman pertenecer al pueblo judío y, si no viven en Israel, afirman pertenecer y defender también al pueblo que los vio nacer o con los que identifican y sienten suyos. Al igual que hijo o un español o un italiano venezolano se identifican y desarrollan con ímpetu "Venezuela", añoran y apoyan su patria histórica, ya sea España o Italia. Lo mismo ocurre con el pueblo judío y su relación hacia el Estado de Israel. El aporte de los judíos al desarrollo de todos los países en donde habitan es indudable.
Aceptar y comprender que un venezolano – español, italiano, chino o griego se identifique con dos pueblos pero, a la vez, cuestionar y rechazar que los judíos "sientan" lo mismo es una actitud inmoral y propia de portavoces defensores de argumentos judeofobos.
4. ¿Quién rechaza que el judaísmo sea un pueblo?
El judaísmo, de la forma que es vista por los musulmanes, es una religión comunitaria y no una base étnica o nacional. Según el islam, no hay una etnia nacional judía de la misma forma que no hay una musulmana o cristiana. Para el Islam, esta es la mayor mentira del sionismo. El sionismo creó una especie de pueblo judío falso . Según el Islam, la religión judía ha sido anulada en este mundo al nacer el cristianismo, y el cristianismo también ha sido anulado al nacer el Islam. Es decir, el judaísmo no es un pueblo y su religión es falsa y ha sido anulada. Esta es la postura del islam tradicional y en la actualidad es un argumento defendido y promulgado por países y grupos que promulgan el islam radical, ya sea Irán o los islamistas Hamás o Hezbollah. No deja de ser surrealista y ridículo que los mismos que ser alzan como defensores de un pueblo reciente como lo es "el pueblo palestino" censuran y desconocen a un pueblo cuya historia y presencia es milenaria.
5. ¿El hecho que el pueblo judío sea anterior al palestino anula los derechos de estos últimos?
De ninguna manera. El 76% de los israelíes (diario Haaretz) aceptan o apoyan la creación de un estado palestino que conviva en paz junto al estado judío. El gobierno israelí actual exige el fin del terrorismo (especialmente el constante lanzamiento de misiles y cohetes desde la Franja de Gaza) y el reconocimiento de Israel como el estado nacional del pueblo judío. El reconocimiento de Israel como "estado judío" debe ser considerado con una aceptación y un asunción que el conflicto ha finalizado y no existen futuras exigencias. Los infructuosos y surrealistas intentos por reescribir la historia afirmando que los palestinos son descendientes de los filisteos (que eran helenos llegados de Creta) y cananeos (que se asimilaron al judaísmo) o que los actuales judíos son Kuzares convertidos al judaísmo en Europa no son sino una clara táctica para destruir las bases históricas del derecho judío a la tierra de Israel entre esos mismos portavoces que promueven la destrucción de Israel. El pueblo judío, conformado hace más de 4.000 años, reconoce los derechos legítimos de un pueblo moderno conformado por árabes llegados en su mayoría desde el interior del imperio Otomano para finales del siglo XIX. No hace falta falsear la historia.
6. ¿Cuál es la intención de demonizar al sionismo?
Los que rechazan la existencia legítima del Estado de Israel basan su estrategia destructiva en cuatro tácticas: 1) Destrucción física del estado de Israel. Las derrotas militares sufridas por los países árabes en las guerras iniciadas por ellos (del 48 al 73) los llevaron a asumir que la única forma de dañar físicamente a Israel es apoyando a grupos terroristas (Siria u Arabia Saudita) mientras que otros optaron por firmar un acuerdo de paz con Israel (Jordania o Egipto). 2) La vía legal: Explotar los fórums internacionales para ilegitimar a Israel pretendiendo así anular la Declaración 181 de la ONU (Partición de Palestina 1947). Así, la Asamblea General de la ONU ha destinado un número ilógico y desproporcionado de críticas a Israel (un proceso comenzado en 1975). 3) La utilización de los medios de comunicación masivos para ilegitimar a Israel (ya sean medios árabes como Al Jezzira o páginas antisemitas como Aporrea). 4) La demonización del estado judío y del movimiento sionista que lo formó para aumentar la predisposición de pueblos y gobernantes a apoyar la destrucción del estado de Israel. La deshumanización y demonización del sionismo es normal entre los que no reconocen el derecho de Israel a existir.
7. ¿De qué forma se manifiesta ésta demonización del sionismo?
La demonización del sionismo se utiliza para justificar la destrucción de Israel y el uso del terrorismo. El líder del Hamás declaró (diciembre 2012 ) que "Palestina es nuestra y no de otros. Antes o después, la tierra de Palestina será nuestra y nunca será de los sionistas. No odiamos a los judíos pero si a los sionistas". Este tipo de manifestaciones inmorales también se escuchan entre portavoces de países latinos. Un ejemplo es el de Susana Khalil (fundadora de Canaan – Asociación de Socorro al Pueblo Palestino) quien acusaba falsamente al sionismo de construir un Estado segregacionista que desea ocultar el exterminio del pueblo semita palestino. En una crónica publicada en El Universal de Venezuela , manifestaba nuevamente su formación antisemita al afirmar que "El sionismo consiste en la fabricación de un Estado segregacionista, exclusivamente para el que profesa la religión judía" (20% de la población israelí es árabe… además, hay 26 países musulmanes oficiales, 18 cristianos y solamente 1 judío), "Sin el Holocausto Nazi los judíos no hubiesen huido a Palestina. Gracias al Holocausto se materializa el Estado Colonial de Israel" (siempre vivieron judíos en Israel y desde 1881 a 1939 llegaron a Israel 600.000 judíos).
Para los defensores de posturas antisemitas el hecho que 26 países sean oficialmente musulmanes y 18 de ellos sean oficialmente cristianos carece de importancia. Pero si un estado se declara hogar nacional del pueblo judío entonces se apresurarán a afirmar que se trata de un estado racista y segregacionista.
8. ¿Por qué razón la izquierda suele asociarse a ésta demonización?
Desde la rebelión en Berkeley de 1964 y hasta después del mayo francés de 1968 la Nueva Izquierda ha manifestado virulentamente su antisionismo, considerando a los árabes y a las dictaduras que los militares árabes habían impuesto como "el Tercer Mundo oprimido por Israel", y a éste país como el "representante de la tecnología occidental y un lacayo del imperialismo". Sin embargo, los mentores de éste movimiento rechazaron dicha postura. Más aún, Jean Paul Sartre fue contundente y a la vez cínico "Israel es imperialista con sus kibutzim, y los árabes son socialistas con sus Estados feudales". Tras la caída del bloque soviético se ha creado una alianza contra natura en donde fuerzas posmodernistas de izquierda se han asociado con ideologías pre modernistas identificadas en el Islam radical. Ambas filosofías rechazan el orden liberal o neoliberal mientras que el islamismo condena de plano la oferta cultural y moral judeocristiana y occidental. Mientras que buena parte de la izquierda percibe erróneamente a Israel como una manifestación del colonialismo y por ende adopta posturas "antisionistas", el radicalismo islámico y árabe rechaza de plano la existencia de Israel y, por ende, se han convertido en los más fuertes impulsores del antisemitismo llamado "antisionismo".
9. ¿El sionismo es un brazo del colonialismo?
Justamente lo contrario. Los judíos del siglo XIX llegaron a la conclusión que las naciones occidentales e imperiales nos los iban a aceptar nunca como iguales debido a su antisemitismo y, a la vez, se fue gestando su propio "deseo nacional" (al igual que sucedió en el resto de Europa). Los judíos escapaban del antisemitismo europeo y no llegaron a Israel movidos por objetivos comerciales o militares como lo hicieron las potencias colonialistas. Los primeros sionistas llegados desde 1881 llegaron sin armas y buscando la convivencia, para redimir una tierra abandonada la cual compraron pagando sumas no proporcionales de dinero. Más aún, Desde 1881 emigraron desde Rusia un millón de judíos… unos 10.000 llegaron a Israel en busca de un refugio donde vivir en paz, sin discriminación y sin sufrir persecuciones. Junto a los sionistas llegaron millares de árabes que se beneficiaron del progreso propuesto por estos emprendedores (la población árabe "saltó" de ¡250.000 en 1882 a 1.300.000 en 1947!, producto de la inmigración interna). Los judíos no pidieron regresar a Liberia o a Australia, quisieron regresar a la misma tierra en donde se formó su identidad nacional, desde donde fueron expulsados por los romanos y donde siempre siguieron viviendo.
10. ¿El antisionismo es antisemitismo?
Aunque en teoría esto es posible, no lo es en la práctica. El antisionismo descalifica los sentimientos y aspiraciones nacionales de los judíos (y sólo de los judíos) y considera a Israel (y sólo a Israel) un estado ilegítimo. El antisionista afirma no odiar a los judíos pero si a los sionistas pero no puede justificar el hecho que odia a la sublime mayoría del pueblo judío que se declara sionista, es decir, no odia a todos los judíos como un antisemita clásico pero "si" a casi todos. Para el antisionista 192 estados en el mundo tienen derecho a existir pero solamente 1 debe justificar su razón de ser y ¿qué casualidad? ese estado es el estado del pueblo judío. Toda persona tiene derecho a criticar las políticas de Israel. Resulta llamativo cuando esa misma persona no demuestra su "obsesión" para manifestarse contra masacres como las que ocurren en la actualidad en Siria. Se hace más evidente su antisemitismo cuando la crítica se formula desde términos cargados de saña: "país nazi, cáncer del mundo". Tras el Holocausto es políticamente incorrecto posicionarse y asumirse como antisemita y por eso muchos antisemitas modernos prefieren adoptar una faceta "políticamente correcta" autocalificándose como "antisionistas".