Por Bernardo Ptasevich
Los enemigos se acercan cada vez más peligrosamente al Golán, una zona en la que reinaba una tranquilidad implícita y en la que sólo Hezbollah inquietaba con sus declaraciones más que con sus actos, se está convirtiendo en la frontera más caliente que el Estado de Israel debe defender.
En el mismo momento en que el jefe de las Fuerzas Armadas de Israel, teniente general Benny Ganz, anunciaba la suspensión de ejercicios y mandaba a los soldados de la reserva a sus casas debido a un problema presupuestario, debió girar rápidamente para poblar el norte de tanques, armamentos y efectivos calificados. De golpe se llenaron las bases militares, los caminos están repletos de camiones con tanques, que no vienen de paseo y se empiezan a ver cientos de soldados en las ciudades cercanas. A medida que recrudece la guerra interna en Siria, lejos de ser un problema local, la amenaza se va transformando en un gran peligro para Israel.
Los sirios se matan y no se salva ni la ONU
Los rebeldes tomaron por unas horas ciudades fronterizas con Israel, lo que despertó una rápida reacción de Assad quien contraatacó con todas sus fuerzas y envió gran cantidad de efectivos a recuperarlas. En un principio ha logrado hacerlo aúnque no se ha disipado totalmente la presencia de rebeldes en las inmediaciones y aún dentro de dichas ciudades.
Mientras tanto, desde su campamento que debería ser para asegurar la paz y el cumplimiento de los acuerdos de no agresión, los efectivos de la ONU, sólo atinan a mirar y comunicar lo que pasa ya que no tienen mandato para otra cosa. Por ello ven como se matan unos a otros y miran pasar los proyectiles por sobre sus cabezas sin atinar a nada e incluso sin poder defenderse. Hace días que no pueden abandonar el perímetro de sus instalaciones y que no pueden entrar los que quedaron fuera cuando comenzaron los enfrentamientos en el lugar. El contingente austríaco no está dispuesto a seguir mirando y a aceptar las agresiones de los combatientes sin responder. De no cambiar el mandato de la misión por uno que les permita actuar, abandonarán en pocos días la zona del Golán, creando mucho más incertidumbre de la que ya existe. Si esto sucede, será imitado rápidamente por otros países que ven exponer gratuitamente a sus hombres sin la más minima posibilidad de incidir para mantener la situación en calma.
La comunidad internacional, espectadores de lujo
Como si se tratara solamente de una novela de ficción, la Unión Europea y toda la comunidad internacional está inmóvil observando el desenlace de cada capítulo de esta historia. Creen que es un problema que no los afecta directamente pero están muy equivocados.
Están cansados de la dictadura de Assad, pero a su vez no confían en la mayoría de los grupos rebeldes que enfrentan al actual gobierno. Tal como están las cosas no han podido decidir cual de los malos es menos malo, cual es menos peor que el otro bando. El grupo rebelde está formado por tantos grupos que no ha podido mostrarse al mundo como una opción viable y creíble para llevar a Siria a una democracia más real en caso de poder derrocar a Assad.
Muchos de ellos como Al Qaeda y otros aún más radicalizados serían realmente peligrosos en el poder como parte de un nuevo gobierno. Para Israel, Assad es el mal conocido, el que estuvo quieto y callado tantos años, sólo dando apoyo a los grupos terroristas como Hezbollah, pero no confrontando directamente ni reclamando militarmente el Golán. Los rebeldes no son uniformes y si bien algunos grupos formados por académicos y civiles pueden ser una posibilidad positiva, la mayoría de los grupos y líderes que pelean contra el gobierno son potenciales enemigos peligrosos para Israel en caso de que puedan dominar el escenario sirio.
Así como están las cosas nadie se juega por nadie. Ni los europeos, ni Estados Unidos, ni Israel, van a torcer la balanza para uno u otro contendiente. Entregar armas a los rebeldes puede ser un boomerang que pronto se vuelva en contra.
Tanques sirios cerca de la frontera
Para Israel no es aceptable la presencia de tanques y soldados sirios en una zona que debería ser neutral. La presencia de la ONU en ese sector obedece a la necesidad de crear una separación que asegure la no agresión entre las partes. Si bien anteriormente no han cumplido al pie de la letra su misión sólo han sucedido hechos aislados. El gobierno israelí advirtió que de persistir la presencia Siria cerca de la frontera y ante el peligro que eso representa para su territorio y sus habitantes actuara directamente para resolverlo.
A pesar del poco interés israelí por abrir ese foco de conflicto, aún sin su decisión es muy probable que esto suceda muy pronto. La ayuda de Hezbollah y el apoyo de Irán, son elementos claves que presionan para que pronto Siria intente atacar a Israel con sus misiles. Si bien Netanyahu declama a todos los vientos que estamos prontos para afrontar cualquier circunstancia, los israelíes sabemos que eso no es del todo cierto. Salvo que el precio que se deba pagar no importe, no estamos preparados para recibir un ataque de ese tipo, por lo menos no lo está la población civil. Dependemos demasiado de los Estados Unidos y del gobierno del presidente Obama, tanto en armamento como en disponibilidad de dinero.
Ya todos saben en el mundo entero, porque nos hemos encargado infantilmente de divulgarlo, que no tenemos dinero ni para los entrenamientos. Por su parte Obama no ha terminado de demostrar ser un incondicional socio de Israel y nada asegura que el apoyo otorgado en una circunstancia grave sea el adecuado, acorde a las necesidades así como tampoco que llegue a tiempo. Sobran ejemplos para saber que cuando se trata de decisiones serias hay demasiados titubeos y dudas, se opta por esperar hasta que lamentablemente el daño ya fue hecho.
El diablo también quiere meter la col
Ante la salida de los austríacos y otros países Rusia ofreció 300 hombres para la misión de paz en el Golán. Los rusos quieren marcar su presencia a toda costa en la zona y no se los ve nada imparciales. Tienen demasiados intereses y negocios con Siria, han vendido lo que todavía no han entregado pero se exponen a multas y problemas si no lo hacen y a pelearse con la comunidad internacional si lo hacen. No les basta su anunciada presencia permanente en el Mediterráneo. No es suficiente la venta de armas sofisticadas al gobierno de Assad y por su intermedio a los grupos terroristas. Van por más y no ayudarán a Israel a cuidar su frontera sino que serían una carga adicional a controlar.