Por Barry Rubin
Hay un proverbio árabe que dice: "Cuando un enemigo te extiende su mano, córtasela. Si no puedes, bésala". ¿A quién crees que están clasificando ahora para recibir el tratamiento de cortarle o besarle la mano?
En contraste con el enfoque de "démosle-poder-a-nuestros enemigos", dos de los mejores periodistas sobre la región acaban de escribir desde diferentes perspectivas sobre el verdadero Oriente Medio. Los resultados son refrescantes; mientras que en otros lugares, a través de los medios de comunicación, las probabilidades han sido fijadas a cuatro a uno en contra de la sensatez.
En un centro de estudios ("think tank"), Khaled Abu Toameh publicó, "Ramallah versus el "Proceso de paz". Abu Toameh ha puesto proceso de paz entre comillas para exteriorizar su sarcasmo, por supuesto. Cuenta la historia de dos empresarios árabes israelíes que querían abrir una tienda de ropa de Fox en Cisjordania, como la que me gusta ir de compras en el Centro Dizengoff de Tel Aviv.
A pesar de haber recibido el permiso de la Autoridad Palestina (AP) y haber hecho una gran inversión, se encuentran que son objeto de ataques – y llamadas por bombas incendiarias en la tienda -. Las agresiones fueron incluso organizadas por periodistas de la AP. Por lo tanto, se dan por vencidos – con un costo de 150 puestos de trabajo para los palestinos de Cisjordania.
Podría fácilmente contar la misma historia media docena de veces. Como Abu Toameh concluye: "Este incidente indica que el mismo movimiento "anti-normalización" que [el líder de la AP, Mahmud] Abbas apoya será el primero en volverse en su contra si se llega a un acuerdo con Israel".
Pero, por supuesto, por ambas razones – un poderoso movimiento radical y el hecho de que él es uno de los líderes del bando que está en contra de la paz -; en definitiva, Abbas no va hacer ningún acuerdo.
El periodista Aaron David Miller se pregunta: "¿Tiene alguna posibilidad el proceso de paz de John Kerry?". En términos sutiles su respuesta es "No":
"Ni Abbas ni Netanyahu quieren decir no al jefe de la diplomacia de Estados Unidos y ser culpados por el fracaso de las negociaciones. Esto ha demostrado ser suficiente para traerlos de vuelta a las negociaciones, pero se requiere mucho más que eso para mantenerlos allí, y ni que hablar para alcanzar un acuerdo. En este momento, ninguno de ellos tiene suficientes incentivos, desincentivos y un deseo urgente o necesidad para avanzar con valentía".
"Desafortunadamente, en este momento, esto le pertenece más a EE.UU. que a las partes. Esta no es una situación ideal. Hubiera sido mejor si una urgencia real hubiera juntado a Abbas y a Netanyahu en lugar de John Kerry".
En otras palabras, Kerry quiere y necesita esas conversaciones, Netanyahu y Abbas no.
Literalmente, y lo estoy diciendo de veras cuando afirmo que sólo hay tres personas sensatas que reportan sobre Oriente Medio y que tienen acceso regular a los medios de comunicación. Se trata de Miller y los otros dos son Jeffrey Goldberg del Atlántic y Jackson Diehl del Washington Post. (Si he dejado a alguien afuera por favor recuérdenmelo. Pero acuérdese que dije "regular"…).
Si desea conocer la actitud verdadera en el Oriente Medio considere este intercambio reciente en la Knéset (Parlamento) de Israel: Jamal Zahalka del Partido nacionalista árabe Balad manifestó: "¡Nosotros, los árabes, estábamos aquí antes que ustedes (los judíos) y vamos a estar aquí después de ustedes!".
El primer ministro pidió permiso para subir al podio y le respondió: "¡La primera parte no es verdad, y la segunda no lo será!".
Recuerde que el Partido Comunista es el más moderado de los partidos árabes.
Fatah y la Autoridad Palestina son más radicales y sus líderes no dudarían en repetir la declaración de Zahalka. Tenga en cuenta que Zahalka no tenía miedo de invocar el genocidio, porque sabía que está protegido por la democracia y la libertad de expresión de Israel. Esa es la situación real. El objetivo del liderazgo palestino de acabar con Israel no ha cambiado. Sólo, si es que alguna vez cambia, habrá alguna posibilidad de una solución de dos Estados.
Mientras tanto, al otro lado de la ecuación, el Washington Post publicó no menos de cuatro artículos de opinión en una semana sobre por qué Estados Unidos debería apoyar a los Hermanos Musulmanes en Egipto.
"La ayuda norteamericana convierte a EE.UU. cómplice de las acciones del ejército del egipcio" de Robert Kagan da la versión de realpolitik. Su análisis es ridículo: ¿Es EE.UU., por lo tanto, cómplice de las acciones de todos sus aliados, incluyendo a Egipto desde 1978 a 2011? ¿Debería uno abandonar a buenos aliados por las cosas que hacen? Este debate se remonta al comienzo de la Guerra Fría. De todas formas, el apoyo de EE.UU. al ejército debería gozar de simpatía. En efecto, la política de EE.UU. fue "cómplice" del golpe militar contra Mubarak, y fue cómplice del régimen islamista Morsi que también ayudó a instalar.
Luego tenemos el punto de vista liberal de derechos humanos / proyecto por la democracia de Michele Dunne: "Con la expulsión de Morsi: Tiempo para una nueva política de EE.UU. hacia Egipto". Ella dice esto porque una política de EE.UU. de apoyo a los derechos humanos debe asegurarse de que… los totalitarios, Hermanos Musulmanes, sean parte del gobierno y, sin duda alentarían a la estabilidad.
Reuel Marc Gerecht, escribe: "En Egipto, la popularidad del islamismo perdurará". Ofrece una supuesta versión conservadora de por qué necesitamos a la Hermandad en el poder. Pero sólo porque el enemigo puede aguantar no es una razón para negarse a luchar contra él. Por el contrario – es necesario, como mínimo, asegurarse de que no se fortalezca.
Por último tenemos un editorial "Perspectiva del Post": "Lo que el ejército de Egipto debería escuchar de la administración Obama". Éste exige que el gobierno de Obama presione también a los militares. Seamos francos: el ejército egipcio ha hecho un gran servicio no sólo al pueblo de Egipto, sino también al gobierno de EE.UU., ya que ha salvado el equilibrio estratégico en el Medio Oriente.
Sólo un artículo de opinión en el Post – de Jackson Diehl "Los "demócratas" de Egipto abandonan la democracia" – destaca un punto: los moderados dejaron de apoyar el status quo y suplicaron un Golpe de Estado. Ellos apoyan ahora al gobierno, quieren que la administración de Obama respalde al régimen militar. Por amor de Dios.
Barry Rubin es director del Global Research in International Affairs (GLORIA) Center y editor del Middle East Review of International Affairs (MERIA) Journal. Su libro más reciente es: The Israel-Arab Reader (séptima edición).
Este artículo fue publicado originalmente en PJMedia.
Fuente: Aurora Digital