Por Anna Carolina Maier
Los primeros días de este mes una amenaza de Al Qaeda (La base) fue interceptada por Estados Unidos. El Departamento de Seguridad descubrió llamadas, chats y mensajes electrónicos entre miembros de la organización terrorista y determinó que se extremaran precauciones de seguridad en sus embajadas y consulados en el Medio Oriente y África. Reino Unido, Francia y Alemania se plegaron a la alerta cerrando sus centros diplomáticos tras una advertencia mundial hecha por Washington el 1 de agosto.
A pesar de ser levantada en otras regiones, la medida se extendió por más días en Saná, capital de Yemen, por considerarse el principal objetivo del ataque.
Con esta amenaza pareciera que tras la muerte de Osama bin Laden, Al Qaeda no desapareció sino modificó la manera de alcanzar sus objetivos y de lograr el liderazgo dentro de la agrupación.
Los cabecillas. La forma en que un militante llega a un alto mando en la organización ha cambiado. Bin Laden nombraba a sus segundos por la cercanía que tenían con él.
Actualmente, es la efectividad en las acciones lo que determina el liderazgo. El combatiente con más experiencia que logre la mejor organización de una filial, desarrolle una célula y que obtenga los mejores resultados, puede convertirse en un cabecilla.
Es así como el yemení Naser al Wahishi, apodado Abu Basir, ascendió a segundo hombre dentro de la red, nombrado por Ayman al Zawahiri, actual líder de Al Qaeda. En Yemen se encuentra la rama considerada como el bastión principal de Al Qaeda o también "el nuevo Afganistán".
Al Wahishi fue secretario de Bin Laden durante seis años y es quien ha regionalizado la yihad (guerra santa), focalizando las acciones de manera local. Además de ser responsable de las comunicaciones que recientemente alertaron a Estados Unidos.
Regionalizados. Al Qaeda puede entenderse como "una idea global dividida en filiales regionales. Ellos decían tener una estructura jerárquica pero si se observa su propaganda se nota que quieren dar la idea de que son más poderosos de lo que realmente son", señala Christopher Swift, profesor adjunto de Estudios de Seguridad Nacional en la Universidad de Georgetown.
Originalmente era una organización paramilitar, yihadista, con prácticas terroristas bajo el lema de ser un movimiento de resistencia islámica.
Swift considera que aunque se suele decir que lo que lleva a que un joven ingrese en Al Qaeda son razones religiosas, en los yemeníes mayoritariamente destacan factores económicos.
Los líderes tribales de las provincias de Abyan, al Jawf, Hadramaut, Lahej y Marib explicaron que los insurgentes atraen a los jóvenes, con la promesa de un rifle, un carro y un salario de 400 dólares al mes, una fortuna en un país donde casi la mitad de la población vive con menos de 2 dólares al día.
Cambios en la organización. Según Swift, desde la muerte de Bin Laden. existen tres factores dentro de la estructura de Al Qaeda que han sufrido transformaciones: el geográfico, el generacional y el estratégico.
En cuanto al geográfico, con Bin Laden se enviaban equipos de vanguardia a "colonizar territorios". Milicianos ideologizaban otras regiones. Se observaban personas inspiradas por Al Qaeda en lugares como Asia Central, Indonesia o Rusia. Luego, aquellos que se habían ido a colonizar, regresaron a sus lugares de origen en busca de sus costumbres y tradiciones. "Era más sencillo pelear en sus territorios", apuntó el experto.
El factor generacional trata, según el especialista, de que los primeros miembros de la organización luchaban contra los soviéticos, hoy el enemigo es Estados Unidos.
El tercer factor es que la agrupación adoptó una nueva estrategia en la que unen la teoría ideológica global con la realidad práctica de insurgencias locales.
Las acciones que realizan para la focalización van desde atentados y protestas hasta reclutamiento de jóvenes.
Los objetivos del grupo a largo plazo no han cambiado, pero las metas las están alcanzando gradualmente conquistando regiones propias.
Fuente: Diario El Nacional