En el marco de un encuentro organizado por Claudio Epelman, Director del Ejecutivo del Congreso Judío Latinoamericano (CJL) y el Rabino Abraham Skorka, el Papa Francisco ofreció un almuerzo en su residencia de Santa Marta para 15 representantes de la comunidad judía Argentina.
Como un gesto inequívoco de hospitalidad, Francisco recibió a sus invitados con comida kosher -alimentos elaborados según los preceptos de alimentación que marcan la religión judía-.
“El Papa Francisco nos recibió en su residencia por horas, en las que pudimos conversar sobre como profundizar las relaciones entre judíos y católicos” expresó Epelman al respecto.
Al momento de recibir a la delegación el Papa dijo: “Les doy la bienvenida y espero que este encuentro ayude a hacer crecer lo que sembramos juntos”.
Entre los participantes estuvieron Julio Schlosser, Presidente de DAIA; Javier Mutal, Tesorero del Congreso Judio Latinoamerincano; Waldo Wolff, Vice Presidente de DAIA; Javier Veinberg ,Presidente de Federación de Clubes – FACCMA; Marcelo Polakoff, Presidente de la Asamblea Rabínica –Rabino de Córdoba- Isaac Sacca, Rabino Sefaradi; Raul Bergman, Presidente de Bnei Tikva; Ariel Stofenmacher, Director Ejecutivo del Seminario Rabínico; Raul Feler, de Tucumán; Marcos Grabivker, Vice Presidente de la Asociación Internacional de Juristas Judíos; Boris Kalnicki, Confraternidad Judeo Cristiana; Claudio Avruj, Presidente del Museo del Holocausto; además de Ariel Isaak y Ariel Seidler, ambos jóvenes que ocupan cargos en Congreso Judío y que despertaron especial interés del Papa Francisco.
Por el Vaticano también participaron el Cardenal Kurt Koch, Presidente de la comisión de diálogo con los judíos; el Padre Norbert Hofmann, secretario de la anterior comisión y el Padre Renczes, de la Universidad Gregoriana, donde por la tarde hablara Skorka sobre diálogo interreligioso.
Epelman, destacó al finalizar el almuerzo que “el encuentro no tiene precedentes por la simpleza con que fuimos recibidos” y confesó que el Papa calificó su futura visita a Israel como “trascendental y que la vive con gran expectativa”.
“Luego del almuerzo, sentados alrededor de la mesa cantamos juntos en hebreo el Salmo 133, que dice "No hay nada más bello ni más agradable que ver a los hermanos vivir juntos y en armonía"”, concluyó.
Fuente: Congreso Judío Latinoamericano