Acto del Instituto Cultural Venezolano Israelí (ICVI) realizado el 28 de noviembre de 2013, conmemorando la Resolución 181 del 29 de noviembre de 1947 de las Naciones Unidas cuando se creó el moderno Estado de Israel.
Palabras de Elieser Rotkopf
El 29 de noviembre de 1947 surge una brillante luz y un legendario sueño ilumina un nuevo espíritu del devenir judío. Las Naciones Unidas votan por la partición de Palestina en un país judío y uno árabe. El pueblo judío aceptó y los árabes la rechazaron.
Era Presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Oswaldo Aranha de Brasil y dos paladines del continente hicieron oír su voz, llena de pasión, haciendo vibrar al auditorio, Enrique Rodríguez Fabregat del Uruguay y Jorge García Granados de Guatemala.
33 votos a favor, 13 en contra, 10 abstenciones y un retiro. La votación se extendió por 3 minutos, tiempo para el nacimiento de una nación.
Y con orgullo debemos destacar que Venezuela, bajo la presidencia del maestro de juventudes Don Rómulo Gallegos y del poeta que le cantó al pueblo venezolano, Andrés Eloy Blanco, Canciller de la República, respaldaron esta histórica votación.
La resolución del 29 de noviembre es la mejor demostración de que hay espacio para la conciencia y la esperanza, y los bárbaros e inhumanos pueden ser relegados.
Llantos de alegría, abrazos y cantos al Señor, fueron los festejos de los judíos en el mundo, sacudiendo las membranas más íntimas del ser humano.
Y en esta oportunidad no podemos dejar de citar al visionario Teodoro Herzl quien señaló “si he de resumir el Congreso de Basilea en pocas palabras serán las siguientes: en Basilea fundé el Estado Judío. Si yo dijera esto en público todo el mundo se reiría de mi. Dentro de 5 años, quizás de todos modos dentro de 50, todos me darán la razón.” Escrito en su diario en septiembre de 1897 luego del primer Congreso Sionista en Basilea. Su predicción se cumplió.
Y es de recordar el encuentro en 1917 del científico Chaim Weizmann, quien fuera luego el primer Presidente de Israel, con Lord Balfour, Secretario de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña. Balfour le ofrecía Uganda para la creación de un Estado Judío y Weizmann le preguntó ¿cual sería su reacción si le ofreciera Paris en lugar de Londres?. Balfour erguido y serio respondió, pero si ya tenemos Londres. Es correcto, dijo Weizmann, nosotros ya teníamos a Jerusalem con nuestros profetas, cuando Londres aún era un pantano.
A partir de ese momento se creó una gran amistad entre ambos.
El 2 de noviembre de 1917, en una carta firmada por Lord Balfour al Baron Lionel Walter Rothchild, líder de la comunidad judía, para ser entregada a la Federación Sionista de Gran Bretaña e Irlanda, en la que manifiesta el apoyo de Gran Bretaña a la creación de un hogar nacional en Palestina para el pueblo judío, que abarcaba 119 mil km cuadrados.
Sin embargo en el año 1922 el Gobierno inglés fragmentó Palestina otorgando 91 mil Km2 al Rey Abdallah para crear el Reinado de Transjordania, y entregaron miles de kilómetros a Egipto, Siria, Irak y Líbano.
Quedaban aproximadamente para Israel 14.400 Km y para los árabes 12.000 Km. Los 14.400 de israel incluyen 9.600 km del desierto del Negev muy pobre en agua y difícil para la agricultura.
Y este mismo Lord Balfour fue el Orador de Orden en la inauguración de la Universidad Hebrea de Jerusalén en 1925. En esa histórica ceremonia a la cual asistieron relevantes figuras del universo académico, estuvo presente el Dr. Jesús Rafael Risquez, representando a la Universidad Central de Venezuela, cuyo Rector era el Dr. Diego Carbonell, padre del Dr. Luis Manuel Carbonell, quien fuera Presidente del Instituto Cultural Venezolano Israelí.
Y el 14 de mayo a las 4 de la tarde en el Museo Tel Aviv, después de un discurso que duró 17 minutos, David Ben Gurion leyó la Declaración de la Independencia del renacido Estado Judío y lo llamó Israel y finalizó diciendo “Éste no es momento de jactancia. Lo que hemos alcanzado es el resultado de los esfuerzos de las generaciones anteriores, en no menor medida que los de la nuestra.”
Golpeó tres veces el martillo de nogal y los asistentes entonaron el himno Hatikva, cuya letra se escribió en 1878. Había renacido una Nación.
Y sobre las piedras del pasado, delante del Arco de Tito aquel que destruyó Jerusalén en el año 70 de nuestra era, Arie Orón, primer Cónsul de Israel en Roma, con voz firme y emocionada, dejó constancia que después de 2000 años, el Estado Judío sigue vivo en todo su esplendor y renace la vibrante creatividad de nuestro pueblo.
Orón, otorgó la visa número uno del naciente estado. El original de esa visa se encuentra en el Museo de Jerusalén. Y en el año 1960 fue designado Embajador en Venezuela.
Nuestro pueblo ha desarrollado la historia de la memoria, persuadiendo al tiempo y venciendo el olvido. Pero si es importante el recuerdo y el pasado, no menos importante es el dinámico presente y el futuro.
Israel es el monumento en memoria de los caídos en la guerra. Israel es el monumento a la historia del Pueblo Judío. A los valores del Pueblo. Y porque conoció el drama de la injusticia enarbola la bandera de la justicia.
Los judíos pudieron superar con estoicismo y valentía el padecimiento infringido por los babilonios, asirios, romanos y griegos llegando a la cristalización del país de leche y miel, del pensamiento de los profetas, el encanto de los Salmos y la belleza de los Proverbios.
Venezuela desempeñó un rol importante en la creación del Estado de Israel. En agosto de 1946 fue creado en Caracas el “Comité Venezolano Pro-Palestina Hebrea” que presidió Don José Nucete Sardi. Este comité fue precursor del Instituto Cultural Venezolano Israelí, cuyo primer Presidente fue el insigne Mariano Picón Salas, secundado en la vicepresidencia por Andrés Eloy Blanco.
Para finalizar desearía destacar algunos aspectos emblemáticos del Pueblo Judio:
Israel es el Pueblo del Libro por el Libro de los Libros – la Biblia. Es el pueblo de los violines, por Yehudi Menuchim, Jascha Heifetz, Isaac Stern, Isaac Perlman, Pynchas Zukerman, Igor Oistrach.
El publo de la ciencia por Albert Einstein, Sigmund Freud, Jonas Salk, Albert Sabin, Baruj Benacerraf.
El pueblo de los pintores por Marc Chagall, Amadeo Modigliani, Camilo Pisarro.
El pueblo de los músicos por George Gershwin, Irving Berlin, Aron Copland, Darius Mihlaud, Leonard Bernstein.
El pueblo del cine por Woody Allen, Steven Spilberg, Hermanos Marx, Dany Kaye, Barbra Streisand.
El pueblo de los escritores por Henry Bergson, Franz Kafka, Bashevis Singer, Isaac Chocron, Elisa Lerner, Marcel Proust, Maimonides, Baruch Spinoza, Elie Wiesel.
Es el pueblo del tiempo, de la memoria, es el Pueblo de Abraham, rompiendo ídolos, legando el monoteísmo y luchando contra la idolatría.
Y es el pueblo de Moises quien elevándose al universo, desde el Sinaí, entrega los 10 Mandamientos a la humanidad.
En este aniversario prendemos nuevamente la antorcha de la vida, la antorcha de la paz y la armonía entre los seres humanos.
Shalom, Muchas gracias.