Por Beatriz W. De Rittigstein
Hace poco vimos un programa por Venezolana de Televisión en el que sus tres conductores conversaban acerca de la actual situación del país. En un momento hablaron de terrorismo; hasta que uno de los ejemplos que citaron fue el de "perros-bomba" y uno de ellos dijo: "esa técnica de los perros bomba, ¿de quién es? Israelí en contra de los palestinos". Un comentario fuera de lugar y peor aún, falaz.
Una calumnia, pues en realidad los ataques terroristas han provenido de determinados grupos radicales palestinos contra la ciudadanía israelí. Son militantes de Hamas, de la Yihad Islámica, por citar dos de estos grupos terroristas que han colocado bombas o enviaron a alguno de sus fanáticos a estallarse en lugares de gran afluencia de ciudadanos israelíes, como centros comerciales, mercados, autobuses, hoteles, etc.
Para más señas, esa crueldad de adosar una bomba a perros callejeros y soltarlos en la mitad de una aldea, con su consecuente saldo de muertos, la practicó Sendero Luminoso en la década de los 80, cuando mantenían amenazada a la población peruana.
Este engaño no es sorprendente en los medios de comunicación del Estado o ligados al gobierno, en contradicción con la Venezuela republicana. Desde hace varios años se promueve el odio y se intenta deslegitimar a Israel, a través de difamaciones, informaciones sesgadas e historietas distorsionadas; omitiendo realidades que explican situaciones, con el propósito de descalificar al Estado judío, porque sus intereses ideológicos los llevan a apoyar posturas extremistas que no ayudan a resolver el conflicto palestino-israelí; pero, todo indica que la solución no es importante, por el contrario, el linchamiento moral a nivel internacional es lo que cuenta.