Por Guido Maisuls
Jerusalén, el corazón y el alma del pueblo judío, desempeña un papel central en la cultura judía, en su historia y en su religión. Desde el año 1004 A.E.C., cuando el Rey David estableció en Jerusalén la capital de la nación judía, siempre hubo en la ciudad una constante presencia judía. Más aún, en la liturgia, la música, la literatura y la poesía judías abundan las referencias a Jerusalén, o Sión, el nombre bíblico de la ciudad.
Jerusalén, ciudad santa para las tres religiones principales, es lugar de una concentración única de lugares religiosos. Desde la reunificación de la ciudad bajo la soberanía judía en 1967, el Estado de Israel logró proteger los derechos de todos los grupos religiosos, que gozan de libertad de culto, restaurando y reconstruyendo los lugares sagrados para el cristianismo, el islam y y el judaísmo. De hecho, en ningún otro período de la historia han gozado los fieles de todas las creencias de tal grado de libertad religiosa.
I. El reclamo judío de Jerusalén se basa en 3000 años de historia
A. Jerusalén ha sido el centro de la conciencia judía durante más de tres mil años, incluso antes de que el Rey David la convirtiera en capital de su reino en el año 1004 A.E.C. Eventos bíblicos tales como el Sacrificio de Isaac y la escalera de Jacob han sido tradicionalmente relacionados con Jerusalén. Ninguna otra ciudad ha jugado un papel tan predominante en la historia, la cultura y la religión de un pueblo como Jerusalén lo ha hecho en la vida de los judíos. "Jerusalén", o "Sión" es mencionada más de 800 veces en el Antiguo Testamento.
B. En la Diáspora, Jerusalén siempre tuvo un lugar de preferencia en los pensamientos del pueblo judío, al tornarse hacia Sión tres veces al día para rezar. Rituales diarios como la oración de gracias luego de las comidas o las ceremonias especiales como "Sheva Brajot", las siete bendiciones de las bodas judías, están llenas de referencias al anhelo y el vivo pensamiento del pueblo judío por su antigua capital. En las festividades, los judíos de todo el mundo pronuncian la tradicional despedida: "¡el año próximo en Jerusalén!"
C. La independencia judía en la Tierra de Israel, que finalizó en el año 70 E.C. y fue renovada en 1948, marca el más largo período de soberanía de Jerusalén por sobre todas las naciones. Ninguna otra nación posee una existencia política tan extensa en la historia como esta ciudad única.
D. A través de todos los períodos de dominio extranjero en Jerusalén, los judíos fueron perseguidos, masacrados y exilados. Los períodos de dominio extranjero fueron los siguientes: romano (70 E.C.-324), bizantino (324-614), persa (614-640), árabe (640-1099), cruzado (1099-1291), mameluco (1291-1516) y turco otomano (1516-1918). A pesar de esto, hubo una constante presencia judía en Jerusalén.
E. Los judíos siempre prefirieron establecerse en Jerusalén. Desde el año 1840, los judíos han constituído el grupo étnico más vasto de la ciudad y han representado una ininterrumpida mayoría en Jerusalén desde 1860.
II. El reclamo judío de Jerusalén como capital es algo único
A. En lo que respecta al status de Jerusalén, en Israel siempre existió un consenso. A partir de la reunificación de la ciudad en 1967, todos los gobiernos israelíes han mantenido y declarado su política unificadora de Jerusalén, expresando que ésta, la eterna capital de Israel, es una ciudad indivisa, bajo soberanía israelí, y agregando que el libre acceso a los lugares sagrados y la libertad de culto seguirán siendo garantizados a los miembros de todas las religiones.
B. Jerusalén ha sido capital nacional solamente dos veces: la capital de los reinos bíblicos de Israel y Judea antes de la destrucción del Templo por los romanos (70 E.C.), y la capital del moderno Estado de Israel a partir del renacimiento del estado judío en 1948.
C. Además del pueblo judío, ninguna otra nación o estado que haya alcanzado soberanía política en la zona convirtió a Jerusalén en una ciudad capital. Tanto el imperio árabe como el mameluco eligieron a Damasco como sede de gobierno, mientras que Constantinopla fue la base del dominio otomano. Además, nunca ninguno de estos imperios otorgó a Jerusalén el status de capital de distrito.
III. Históricamente, Jerusalén es una ciudad unificada
A. Los 19 años de ocupación de la Jerusalén oriental, único período en el cual Jerusalén estuvo dividida, fue el resultado de un ataque no provocado seguido de una anexión no reconocida:
– El 14 de mayo de 1948, casi al finalizar el mandato británico, Israel proclamó su independencia. Inmediatamente después de la proclamación de Israel, los países árabes vecinos atacaron al nuevo estado; la Legión Arabe sitió el barrio judío de la Ciudad Vieja de Jerusalén.
– El 28 de mayo de 1948, la Legión Arabe invadió el barrio judío y el este de Jerusalén, mientras que Israel dominaba los barrios judíos occidentales de la ciudad. Por primera vez en toda su historia, Jerusalén fue dividida.
– En 1950, Transjordania anexó la Margen Oriental y Jerusalén, en un acto que no fue reconocido ni por la comunidad mundial (exceptuando dos países), ni por los otros estados árabes.
B. El 5 de junio de 1967, un ataque árabe no provocado fue lanzado contra los populosos barrios occidentales de Jerusalén. Un indiscriminado bombardeo de artillería provocó destrozos en sitios religiosos, hospitales y escuelas a lo largo de la línea de armisticio de 1949; los cuarteles generales de la ONU en el sur de Jerusalén fueron tomados, y las tropas enemigas comenzaron a penetrar en los barrios judíos.
C. Las Fuerzas de Defensa de Israel rechazaron la invasión y el 7 de junio retomó la Ciudad Vieja, reunificando a Jerusalén. El alambre de púas y las barreras que habían dividido Jerusalén fueron finalmente derribados, y la ley israelí, su jurisdicción y su administración fueron extendidas a los barrios orientales de la ciudad.
D. Jerusalén es y siempre ha sido una ciudad indivisa, exceptuando dicho período de 19 años. No se justifica que este corto lapso sea un factor determinante del futuro de la ciudad y niegue 3.000 años de unidad.
IV. No hay base para dar a Jerusalén el status de "Corpus Separatum"
A. En la Ley Internacional no existe ningún fundamento para la postura que apoya el status de "Corpus Separatum" (entidad separada) para la ciudad de Jerusalén. Este concepto se originó en una propuesta de la Resolución 181 de la Asamblea General de la ONU de noviembre de 1947, que trató sobre la partición del Mandato británico en Palestina. Cabe destacar que se trataba de una propuesta sin fuerza obligatoria, que nunca se hizo realidad, y que quedó inválida cuando los estados árabes rechazaron la resolución de la ONU, invadiendo al nuevo Estado de Israel.
B. Nunca existió acuerdo alguno, tratado o arreglo internacional que aplicara a Jerusalén el concepto de "Corpus Separatum".
C. Por estas razones, Israel considera la solución de "Corpus Separatum" como una de las tantas tentativas históricas inapropiadas para examinar las posibles soluciones del status de la ciudad.
V. Los árabes de Jerusalén y las negociaciones israelo-palestinas
A. Inmediatamente después de la reunificación de Jerusalén en 1967, se ofreció la plena ciudadanía israelí a los residentes árabes de Jerusalén, aunque la mayoría la rechazó.
B. No obstante ello, aquellos que optaron por no aceptar la ciudadanía israelí conservaron, como residentes de la ciudad, el derecho de participar en las elecciones municipales y de gozar de beneficios económicos, culturales y sociales otorgados a ciudadanos israelíes, tales como los fondos de salud de Israel, servicios de seguridad social y la afiliación a la Federación de Trabajadores de Israel.
C. Israel reiteró, durante las negociaciones israelo-palestinas, el derecho civil de los árabes palestinos de conservar sus propias instituciones apolíticas-humanitarias, educativas y sociales.
D. Sin embargo, de acuerdo con la Declaración de Principios Israelo-Palestina de 1993, fundamento de las presentes negociaciones, las instituciones políticas del auto-gobierno de la Autoridad Palestina no pueden funcionar en la ciudad.
VI. El consenso israelí sobre Jerusalén – Culturalmente diversa — Políticamente unida
El status de Jerusalén como capital permanente del Estado de Israel ha sido reiterado por todos los gobiernos de Israel desde el establecimiento del Estado en 1948:
A. En 1949, David Ben Gurión, el primer ministro del Estado de Israel, realizó las preparaciones necesarias para la reconstitución de la sede del gobierno en Jerusalén, y el Parlamento de Israel, la Knéset, reanudó sus sesiones en diciembre de aquel año.
B. Luego de la reunificación de Jerusalén en el transcurso de la Guerra de los Seis Días del año 1967, junto con la extensión de la jurisdicción y la administración israelí al este de Jerusalén, la Knéset sancionó la Ley de Preservación de los Lugares Santos, para asegurar la protección y la libertad de acceso a los sitios sagrados de la ciudad.
C. En 1980 la Kneset aprobó la "Ley Fundamental: Jerusalén, Capital de Israel", que reitera la posición según la cual "Jerusalén, completa y unida, es la capital de Israel" y la sede de sus principales entes gubernamentales. También reafirma el compromiso de Israel de proteger los lugares santos y el desarrollo de la ciudad.
D. El 28 de mayo de 1995, el entonces primer ministro Itzjak Rabín declaró: "En el año 1980 la Knéset sancionó la Ley de Jerusalén. Todos los gobiernos de Israel, incluyendo el actual, han confiado plenamente que lo que fue determinado en 1967 y legislado en 1980, es decir, la ley que declara a Jerusalén capital de Israel, el corazón del pueblo judío, perdurará eternamente".
El status de Jerusalén es único. Política y espiritualmente, Jerusalén fue, es y siempre será la capital del pueblo judío. Al mismo tiempo, juega un papel preponderante en la identidad religiosa de cientos de millones de creyentes de las religiones monoteístas. El mundo árabe ve a Jerusalén como uno de sus lugares santos (si bien no el más significativo). Y más aún, mientras que tres cuartos de los ciudadanos de Jerusalén son judíos, existen árabes palestinos que también consideran a la ciudad su hogar. Por estos motivos, Israel ha estado de acuerdo en discutir los temas relacionados con Jerusalén durante la fase del status permanente de las negociaciones de paz.
En conclusión, en vista del significado único que reviste la ciudad de Jerusalén para el pueblo judío, el gobierno israelí ha reiterado firmemente su posición, que expresa que mientras sean garantizados los derechos religiosos y culturales de todas las comunidades de la ciudad, Jerusalén es y seguirá siendo la capital del Estado de Israel, permaneciendo indivisa y bajo la soberanía exclusiva de Israel.