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Por Rab. Iona Blickstein
Ierushalaim, como tal no aparece en la Torá (los cinco libros de Moshé). Nuestros sabios, nos enseñan que Ierushalaim está compuesta por dos palabras: Abraham el patriarca lo llamó Ieru (se verá) y Shem el hijo de Noaj lo llamó Shalem (perfecta).
Observamos que en el libro de Tehilim (Salmos) del Rey David, del capítulo 51, se la menciona diecisiete veces. En el Tanaj, Ierushalaim está recordada 656 veces.
La pregunta que surge de estos datos es ¿Por qué no es recordada en la Torá? En el quinto libro de la Torá leemos "A HaShem, Elokim de ustedes, no deben adorarlo de esta manera (o sea ofrendado en cualquier lugar) solo (podrán adorarlo) en el lugar que HaShem, Elokim de ustedes, elija de entre las tribus para establecer allí Su nombre.
Es allí donde deberán ir ustedes buscando Su presencia (Devarim 12-4-5).
Un largo camino hemos de recorrer hasta tener conocimiento de la identidad del lugar elegido por D-s.
"Es allí donde deberán ir buscando Su presencia" (ídem, ídem)
Que vengan de las tierras lejanas y pregunten: "Cuál es el camino de la casa de HaShem, y digan unos a otros: Vamos y subiremos al Monte, a la casa del D-s de Yaakov etc." (Miqueas 2:3).
Y en el Sifrí: "Tidreshu" (busquen) – preguntando al profeta- Esperarás hasta que te diga el profeta (donde está el lugar) aprendemos: "deberán ustedes buscar" (el lugar) y llegar allí buscar y encontrar, y después el profeta te dirá  así leemos: "Si vendré al abrigo de mi casa, no subiré al descanso de mi cama, no concederé sueño a mis ojos, ni a mis párpados adormecimientos hasta que halle lugar para el Señor, morada para el poderoso D-s de Iaakov (Tehilim: 132:3-5).
Ahora entraremos en Su morada, nos postraremos ante el escabel de sus pies (ídem:7).
Según el Comentario de Rambam:
"El lugar que HaShem, Elokim de ustedes elija de entre las tribus para establecer allí Su nombre" (ídem, ídem) mencionando varias veces en la Parasha Ree (Devarim), parece ser el lugar del Templo, donde se ofrendaran los sacrificios y sirve de Templo, donde se ofrendarán los sacrificios y sirve como sustituto del Mishkan (Santuario) "Ohel -Moed" (tienda del plazo); recordamos en Shemot (Éxodos) y Vaikrá (Levítico) "Y vienen a ocupar el lugar elegido y fijo, Ierushalaim la ciudad santa".
Al continuar leyendo "Ree", aprendemos que no es solamente el lugar del Templo, sino todo Ierushalaim en la ciudad elegida – Toda es considerada Templo (también la parte que no se ocupa del servicio) (Rambam, comentario del Tratado de Rosh Hashaná).
Ierushalaim es: Un panorama hermoso, el gozo de toda la tierra… la ciudad del gran rey (Tehilim 58:3).
En la Parasha "Ki Tavo" encontramos el lugar que elegirá HaShem, como el lugar para traer los sacrificios, como el lugar del asiento del Sanhedrín (Shoftim) y el lugar donde se cumplirá el precepto de Hak’el (reunión de todos, en el último día de Sucot).
El lugar elegido por HaShem, para establecer la presencia de Su nombre, el que será conocido por Ierushalaim, es fue y será, el corazón de la nación hebrea, en ella se reunirán todas las tribus, porque la ciudad santa no será dividida por las tribus, aquí se
realizará el servicio, será el centro de estudio de la Torá y la enseñanza, esta es la fuente de la profecía y serán en este lugar donde se renovará, cada siete años, la entrega de la Torá, al cumplir con el precepto de Hak’el (reunión), cumpliéndose la profecía "Porque
de Zión saldrá la Torá y la palabra de HaShem de Ierushalaim".
El lugar del corazón del pueblo judío era un secreto durante más de cuatrocientos años.
El Talmud en el Tratado de Zebajim 54 nos relata que el rey David y Shmuel el profeta, buscaron y encontraron que "el lugar elegido era Ierushalaim, años después, el rey David compró de Irbana, el iebasi, el lugar de Monte de HaShem, pagando 600 Shekalim, dinero que fue donado por cada una de las doce tribus (Shmuel 2,24:24) y desde entonces se convirtió en la ciudad eterna.
¿Por qué ocultó la Torá la entidad santa el lugar elegido por HaShem? Rabí Moshé ben Maimón, el Rambam, en su "Guía de los Perplejos", trae tres razones, todas actuales y relevantes para nuestra generación:
1. Si la ubicación de la ciudad Santa, hubiese sido escrita en la Torá, el mundo sabría de ella, entonces los otros pueblos, hubiesen luchado duramente, para conquistarla. En nuestros días reconocemos cuán verdaderas son sus palabras, la guerra es más tenaz, los ataques a niños y adultos sin distinción son más despiadados, los hombres -bombas disfrazados de judíos religiosos siembran la desesperación y el duelo en cada hogar judío. Ellos quieren arrebatarnos a Ierushalaim, porque saben su alto valor espiritual, ellos entienden que al habitarla y gobernarla nos insufla una fuerza espiritual.
2. Para que no los destrocen las naciones del mundo. Vimos con nuestros ojos, la maldad de estos, que destrozan sin piedad alguna los restos arqueológicos de nuestro Sagrado Templo, como convirtieron las lápidas de nuestros hermanos en caminos y senderos, profanando lo más sagrado y querido para nuestro pueblo, quieren borrar con sangre y martillo, toda señal y recuerdo de lo que nos pertenece.
3. Para que no haya peleas entre las tribus. Porque cada una de las tribus quería a Ierushalaim, para su propia pertenencia (3era parte capítulo 43).
Al profundizarnos en la palabra de Maimónides entenderemos un capítulo de la "Guerra de la Liberación" (1948).
Entonces hubo muchas tentativas para conquistar a Ierushalaim. El ejército de Israel, Tzahal, como tal, no se había formado. Etzel y Leji; pertenecientes a la derecha del sionismo, trataron de conquistarlas y fracasaron.
Preguntamos:
¿Por qué fracasaron en 1948 y diecinueve años después, en 1967 durante la guerra de los seis días, pudimos con la ayuda de HaShem recuperar a Ierushalaim?
Explicó el Rabino Moshé Tzevi Neria, el director y fundador de las Ieshivot de Benei Akiva. "Entonces el pueblo judío no estaba unido". Si Etzel y Leji, lo hubiesen conquistado, se hubiesen peleado por la autoría de la victoria.
Todavía no existía Medinat Israel. Ierushalaim será la ciudad del pueblo judío, cuando todos estén unidos por amor y amistad. Eso ocurrió en 1967. Solo en la guerra de los seis días, cuando se formó el gobierno de unidad nacional, tuvo el pueblo la fuerza espiritual, para volver a la heredad de nuestros ancestros. (moadei HaReaya p.481).

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