Por Rab. Iona Blickstein
Israel se convirtió en nación en el año 1.312 antes de la era común. 2.000 años antes del advenimiento del Islam. Nunca ninguna entidad geográfica y política independiente se tituló Palestina en el curso de la historia, por ende, ningún pueblo se llamó Palestina.
Los árabes de la región de Medio Oriente se comenzaron a identificar como tal en la segunda mitad del siglo 20. Los judíos establecieron su nación, en su tierra ancestral y prosperaron por más de 1.000 años. Teniendo como capital a Jerusalén. La presencia Judía en la Tierra de Israel fue constante e ininterrumpida durante 3.300 años. Jerusalén nunca fue capital de ningún estado árabe o Musulmán.
Aunque los jordanos ocuparon Jerusalén durante 19 años, no la declararon su capital. Durante la soberanía jordana sobre Jerusalén ningún hombre de estado Árabe la ha visitado. Durante la dominación jordana sobre Jerusalén los lugares Santos judíos fueron profanados y destruidos, entre ellos 58 de un valor arquitectónico inestimable.
Las tumbas judías fueron arrasadas de los cementerios y utilizadas para pavimentar los caminos y construir urinarios públicos. (Entre otros el cementerio del Monte de los Olivos). Testigo de esta ignominia fue la Organización de Naciones Unidas (ONU) la cual quedó, curiosamente, silenciosa, pronta a condenar a Israel en toda ocasión. La verdad no fue conocida hasta después de la guerra de los Seis días. Los judíos fueron impedidos a visitar los lugares de culto situados en territorio árabe, especialmente en Jerusalén.
Bajo la jurisdicción Israelí, todos los lugares de culto, musulmanes o cristianos, están preservados, protegidos y libres para ser visitados por todas las religiones.
De las 175 resoluciones votadas por el Consejo de Seguridad de la ONU (antes de 1.990 y 1.997) fueron contra Israel. De las 690 resoluciones votadas por la Asamblea General de las Naciones Unidas (antes de 1.990), 429 fueron contra Israel.
Desgraciadamente, después de 2.000 años y de persecuciones y la abominación del Holocausto, el mundo no ha cambiado. El estado de Israel se ha convertido en el judío “de las naciones”. Estos tiempos actuales son tan inciertos y peligrosos para el pueblo judío como los tiempos pasados.
Datos de interés
Para recordarles: Jerusalén está recordada, 656 veces en el Tanaj; Jerusalén no ésta mencionada ni una vez en el Corán; Jerusalén fue fundada por el Rey David; Mahoma no visitó nunca Jerusalén; Los judíos de todo el mundo tornan su vista a Jerusalén al rezar; Los Musulmanes al rezar dan la espalda a Jerusalén.