Dos soldados del Ejército de Defensa de Israel (Tzahal) fueron asesinados, el 28 de enero de 2015, y al menos otros cinco resultaron heridos en la frontera con el Líbano, cuando misiles antitanque disparados por operativos del grupo terrorista islámico chií Hezbollah alcanzaron un convoy militar.
Hezbollah se adjudicó la responsabilidad del ataque y dijo que fue una represalia por el ataque aéreo israelí, el territorio sirio, en el que murieron diez militares -del grupo extremista chií y oficiales iraníes, entre ellos un general del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán.
El primer ministro, Biniamín Netanyahu prometió que responderá al ataque "con fuerza".
Soldados asesinados
Los dos combatientes de muertos en el ataque de la organización terrorista Hezbollah en la frontera con el Líbano fueron identificados como el capitán Yohai Kalangel y el sargento Dor Nini. Otros siete combatientes resultaron con heridas de moderadas a leves.
Yohai Kalangel, de 25 años, domiciliado en Har Gilo, un asentamiento de Judea y Samaria (nombres bíblicos de Cisjordania), estaba casado con Tali y era el padre de una niña de un año. Yohai era comandante de la compañía de apoyo del Batallón Tzabar y había recibido el premio del presidente a la excelencia, durante el Día de la Independencia. Fue promovido post mortem al rango de mayor.
Dor Nini, de 20 años, oriundo del moshav (aldea agrícola) Shtulim, cerca de Ashdod. Era combatiente del Batallón Tzabar de la Brigada Givati. Nini combatió en la Operación Margen Protector – la guerra del verano pasado contra Hamás – en Gaza. Fue promovido post mortem al rango de sargento primero.
“Mi hermano menor siempre sonreía, era un combatiente que amaba al ejército. No había situación en la que no se lo veía sonreír. Si escuchaba que un soldado tenía hambre, siempre pedía dinero para dárselo a su camarada”, dijo Aviel, el hermano de Dor Nini.
Hezbollah
La organización terrorista libanesa chií Hezbollah le envió a Israel a un mensaje, transmitido a través de la fuerza de las Naciones Unidas desplegada en el sur del Líbano, comunicándole que no tiene interés en escalar las tensiones en la frontera libanesa-israelí.
De acuerdo con el mensaje, transferido a los oficiales israelíes a través del general Luciano Portolano, comandante de la Fuerza Interina de las Naciones Unidas en el Líbano (FINUL), el ataque de Hezbollah contra un convoy del ejército israelí fue una respuesta “ojo por ojo” por el ataque en el Golán sirio, en el que murieron altos comandantes de Hezbollah y un general iraní.
En el ataque último de Hezbollah, en el Monte Dov (también llamado Granjas Sheba), dos combatientes del Ejército de Defensa de Israel fueron asesinados y otros siete resultaron heridos.
“FINUL nos envió el mensaje indicando que en lo que concierne [a Hezbollah] el incidente ha terminado”, confirmó el ministro de Defensa, Moshé Yaalón a la radio la Voz de Israel (Kol Israel).
“No sé si los eventos ya han quedado atrás”, expresó Yaalón, quien advirtió que “el Ejército de Defensa de Israel está preparado, y desplegado para cualquier desarrollo. Nuestro largo brazo sabe cómo alcanzarlos cuando sea necesario. Si alguien trata de atacarnos estará firmando su propia muerte”.
De acuerdo con las evaluaciones del aparato de defensa, el ataque de Hezbollah fue una “respuesta táctica focalizada” y no significa que el grupo terrorista libanés tenga la intención de lanzar un confrontación de gran escala con Israel, indicó el Canal 10, citando fuentes militares.
“Estoy avisando a los residentes del norte que pueden regresar a sus rutinas diarias”, anunció el portavoz militar, general Moti Almoz.
Un mensaje similar fue transmitido por Hezbollah a los habitantes del sur del Líbano que en algunas áreas habían cerrado las escuelas a la expectativa de una guerra inminente entre Israel y la organización extremista chií.
La región fronteriza ha permanecido calma desde el ataque; en tanto, que fuerzas militares israelíes renovaron los trabajos de perforación cerca de la frontera para descartar la posibilidad de que Hezbollah haya cavado túneles de ataque.
Durante la agresión, los terroristas de Hezbollah lanzaron seis misiles avanzados de tipo Kornet, de fabricación rusa, contra un convoy que se desplazaba en un camino civil cerca de la localidad fronteriza de Ghajar. Cuando el primer misil hizo impacto sobre uno de los rodados, los soldados evacuaron los vehículos, previniendo mayores bajas; aunque siete combatientes resultaron heridos. Se estima que los misiles fueron disparados desde una distancia de aproximadamente 4,5 kilómetros.
El primer ministro, Biniamín Netanyahu, advirtió que Israel podría responder duramente al ataque.
Mientras tanto, el ejército está investigando por qué los vehículos atacados por misiles antitanque no estaban blindados.