Una gran variedad de verduras y frutas nunca antes vistas -o probadas- fueron desarrolladas por científicos y agricultores israelíes en los últimos años. Ya sea que se trate de frutillas dulces, albahaca con vida útil más larga, nano-sandías o combinaciones de cítricos, los híbridos de frutas israelíes sorprenden al mundo.
Los efectos de la modificación de las frutas y verduras son muchos: el cambio de sus formas para que se pueden empaquetar bien o se conviertan en comida para picar en las fiestas; la prolongación de su vida útil, por lo que se pueden exportar desde Israel a los mercados de todo el mundo; o la combinación de sus características, para que los consumidores puedan disfrutar de una fruta perfeccionada. Algunas de estas frutas y verduras modernas se convirtieron en un éxito en Europa.
Gran parte de la investigación israelí en frutas y verduras se lleva a cabo en el Centro Volcani de Investigación Agrícola (ARO) y en la Facultad de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de la Universidad Hebrea.
La investigación se centra en la mejora de cultivos y productos. Sin embargo, "lo que interesa a los compradores es la vida útil, la forma y la resistencia a las enfermedades transmitidas por los alimentos", explicó al medio israelí NoCamels el profesor Nativ Dudai, jefe de la Unidad de Plantas Medicinales y Aromáticas en ARO. "El aroma y sabor es lo que menos importanta, por desgracia, aunque yo personalmente soy inflexible en cuanto a esos temas en las hierbas frescas."
Durante las últimas décadas, el aroma y sabor de las frutas se ha erosionado, y "los científicos están siendo culpados por no hacer frente a eso", resaltó. "El problema es que la mayoría de los científicos trabaja para agricultores, productores y gobiernos, y tienen presupuestos limitados”.