Un equipo de investigación de Intel en Israel recoge análisis de datos grandes y de computación portátil para mejorar la vigilancia y el tratamiento de la enfermedad de Parkinson.
Cuando la Fundación Michael Fox para la Investigación del Parkinson y la Corporación Intel anunciaron su colaboración en un proyecto para mejorar la investigación y el tratamiento de la enfermedad posicionaron como corazón de la coordinación a la sede de Intel en Israel.
La colaboración depende de la información obtenida de una nueva plataforma de análisis de datos grande que detecta, recopila, transmite y analiza los patrones de la movilidad a través de dispositivos portátiles utilizados por los pacientes con Parkinson.
El ex CEO de Intel Andrew Grove, que tiene Parkinson, tuvo la idea de poner a expertos de Intel con soporte de la Fundación Michael Fox para impulsar los actuales esfuerzos de investigación.
La tecnología utilizada ya ha sido probada por su facilidad de uso y precisión en Harvard, Massachusetts, en el Centro Médico Mount Sinai de Nueva York y en un Centro Médico de Tel Aviv. Los resultados preliminares fueron lo suficientemente alentadores como para ampliar los ensayos clínicos a los Países Bajos, donde hay una red nacional de pacientes de Parkinson e Intel trabaja para conectarse con cientos de ellos durante 2015.
Casi 200 años después de que la enfermedad fuera diagnosticada por primera vez, la forma en que se miden sus efectos y su evolución no ha avanzado.