Ante las 100 mil variedades de semillas de sésamo, el doctor Zvi Peleg, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, encontró la manera de desarrollar un nuevo cultivo de sésamo con una mejora de la calidad de la semilla, adecuada para la agricultura moderna.
Peleg utiliza una técnica de cría selectiva, por la cual elige las plantas más prometedoras, mientras separa a las plantas inferiores. Esta tecnología de marcador genético de Peleg permite decidir qué plantas de sésamo reproducir y cuáles tirar.
La producción mundial de sésamo se sitúa actualmente en 4,4 millones de toneladas anuales, con un valor de crecimiento proyectado de entre 5 y 10 por ciento al año. Peleg espera que su técnica ayude a los agricultores a superar esa proyección. "El aumento de la demanda mundial de productos de sésamo, como un alimento saludable, convirtió a este artículo de consumo en un importante producto de exportación de Israel", resaltó Peleg.
En Israel y en algunos otros países de Medio Oriente, donde el falafel es un alimento culturalmente icónico, su salsa hecha de sésamo es un condimento esencial. La innovación de Peleg contribuye a una agricultura más sostenible y ayuda a prevenir el desarrollo de malas hierbas resistentes a los herbicidas.