A continuación el discurso del presidente de la Confederación de Asociaciones Israelitas de Venezuela (CAIV), Saúl Levine, en el evento conmemorativo de los 50 años de la Declaración del Concilio Vaticano II Nostra Aetate.
Sus palabras:
“Nos encontramos aquí para celebrar que el próximo 28 de Octubre se cumplirán los 50 años de la Declaración del Concilio Vaticano II, titulada “Nostra Aetate”, punto de partida de la nueva dimensión que adquieren las relaciones de la Iglesia Católica con las religiones no cristianas, expresando como primordial objetivo la promoción de la unidad y la caridad entre los hombres, con miras a promover el entendimiento, la libertad, la paz, la fraternidad , la inclusión y el respeto entre las diferentes creencias religiosas y los diversos grupos humanos.
El párrafo IV de este documento, presenta desde una nueva óptica los elementos de renovación de la actitud cristiana respecto a los judíos y al pueblo de Israel. Adicionalmente, es importante destacar que Nostra Aetate dedica un párrafo al tema del Antisemitismo: “Además la Iglesia, que reprueba cualquier persecución contra los hombres, consciente del patrimonio común con los judíos e impulsada, no por razones políticas, sino por la religiosa caridad evangélica, deplora los odios, persecuciones y manifestaciones de antisemitismo de cualquier tiempo y persona contra los judíos”. Y concluye: “La Iglesia, por consiguiente, reprueba como ajena al espíritu de Cristo, cualquier discriminación o vejación realizada por motivo de raza o color, de condición o religión”. Por eso vemos con estupor y preocupación que 50 años más tarde de este Documento conciliar haya un resurgimiento del Antisemitismo en el mundo. Es nuestra obligación permanecer firmes en denunciar y deplorar estas manifestaciones, porque ya sufrimos un holocausto y no queremos que ese genocidio se repita nunca jamás.
No es casualidad que este año el Congreso Judío Mundial haya elegido la fecha del 28 de Octubre y la ciudad de Roma, sede del Vaticano, donde tendrá lugar la reunión anual de su Junta de Gobernadores, siendo ocasión propicia para seguir contribuyendo al diálogo interreligioso, la tolerancia y al respeto de los valores humanos y familiares.
Para las comunidades judías Nostra Aetate tienen una significación especial ya que señala el comienzo de una nueva relación entre las dos comunidades religiosas junto al estudio de sus raíces comunes y de la importancia de reafirmar nuestro mutuo aprecio y estima y los lazos de hermandad”.