Imagen no disponible
¿Qué es el informe Baker?
29/11/2016
Imagen no disponible
¿El antisionismo es antisemitismo?
29/11/2016

El libre acceso público a millones de documentos nazis de la Segunda Guerra Mundial que se han mantenido inaccesibles durante 60 años, podría ayudar a los sobrevivientes del Holocausto judío a recibir las indemnizaciones.

Los planes para abrir los archivos de Bad Arolsen, en Alemania, actualmente bajo administración de la Cruz Roja, deberán persuadir a las comisiones que se encargan de entregar las compensaciones a los supervivientes a que «se detenga el juicio prematuro» en fijar dichos pagos, según afirma la Fundación para Supervivientes del Holocausto-Estados Unidos, una coalición nacional de organizaciones de supervivientes estadounidenses.

Algunos de los que quedaron con vida también están apelando una decisión de una corte federal que desestimó una demanda colectiva contra la empresa de seguros italiana Assicurazioni Generali, por haberse negado presuntamente a pagar lo estipulado en las pólizas de seguro previas a la Segunda Guerra Mundial.

«A los supervivientes se les ha negado la información necesaria que necesitan para organizar un desmantelamiento completo y efectivo de las cadenas de esquilmadores europeos que se enriquecieron de manera ilegal», reza una carta abierta de la coalición, que engloba a más de 24 grupos y representa a unos 20.000 supervivientes del Holocausto.

La misiva, con fecha 21 de noviembre y firmada por los directores de 10 organizaciones de supervivientes, cita un informe de The Associated Press sobre el gigantesco acervo de documentos que se conserva en Bad Arolsen. El archivo, que está integrado de unas 50 millones de páginas, está bajo control del Servicio Internacional de Búsqueda (ITS, por sus siglas en inglés), una división del Comité Internacional de la Cruz Roja.

El informe «confirma lo que los sobrevivientes han afirmado desde hace años», según indicó el viernes Sam Dubbin, un abogado que representa a los grupos.

Las demandas deben ser resueltas con «una contabilidad completa y profunda de lo que esas empresas robaron, cómo lo robaron y las cifras que fueron robadas», añadió.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *