Mientras Europa se aproximaba a la Segunda Guerra Muncial, los británicos intentaron detener toda migración judía hacia la región en su poder (Palestina), pero la afluencia de judíos a su patria histórica, desde los tiempos bíblicos, Eretz Israel, era continua e Inglaterra no la pudo frenar; consecuentemente, la población árabe de Palestina reaccionó con violencia.
En la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) de 1947 se aprobó la resolución 181, en la que se acordó la partición del territorio dominado por los británicos, Palestina, en dos estados, uno árabe y uno judío.
Inmediatamente después que Israel se proclamó como Estado, seis (6) naciones árabes (Egipto, Irak, Líbano, Siria, Arabia Saudita y Jordania) le proclamaron la guerra e invadieron con toda su fuerza bélica al recien nacido Estado hebreo.
Los conflictos aumentaron y estalló la primera guerra árabe-israelí (1948), la cual quedó registrada en la historia israelí como un acto heróico, cuando el ejército hebreo venció a 6 naciones árabes en diferentes frentes de batalla (norte, sur y este) y se dio comienzo a la restauración de Israel, como un Estado autónomo y moderno.