Israel y sus vecinos terroristas

Israel es una potencia científica, económica, militar, cultural y turística en el Medio Oriente, sin embargo, el Estado israelí está rodeado de enemigos que sólo buscan su destrucción, con un fundamentalismo -religioso y a veces láico- que escapa de toda razón.

La economía israelí continuamente se encuentra estresada por el gasto, por habitante, para la seguridad nacional, la que más gasta en este apartado en el mundo, sin mencionar los problemas sociales y la separación entre los ultra-religiosos y no religiosos.

Israel es sólo un país que tiene 58 años de existencia, y que lucha contra el poder de los medios de comunicación social, en este caso las agencias internacionales de noticas, que buscan el desprestigio del Tzahal (Ejército israelí) y el sionismo como movimiento nacionalista.

Además, ciertos grupos minoritarios de seudo-intelectuales buscan manipular los eventos históricos, como la negación del holocausto nazi, para intentar deslegitimar el Estado de Israel, como un ente judío autónomo y con derechos humanos a existir y convivir en paz con el mundo entero.

Se debe recordar que el mundo arábigo es la potencia petrolera mundial, y en un mundo tan comercial e industrializado como el postmoderno donde vivimos, los países árabes son verdaderas maquinarias económicas, con un impacto internacional que, en sus facciones fundamentalistas, sólo busca la destrucción del pequeño pero heróico Estado Judío.