Fue un músico judío que nació en Kaliste, Bohemia (actual República Checa) en 1860, y murió en Viena (Austria) en 1911. Judío agnóstico por convicción, se convirtió al catolicismo en 1897 para poder acceder al puesto de maestro de capilla de la Ópera de la Corte de Viena.
Considerado como uno de los más grandes y originales sinfonistas que ha dado la historia del género. Le caracterizó el empleo de una armonía disonante que iba más allá del cromatismo utilizado por Wagner en su Tristán e Isolda. Su obra anuncia el desarrollo del arte musical a lo largo del siglo XX. Precursor de la «Segunda Escuela de Viena».
Obra destacada: Sus nueve sinfonías terminadas y una décima incompleta; ciclos de canciones Kindertotenlieder (Canciones de los niños muertos), Das Lied von der Erde (La canción de la Tierra).