Alrededor de unos 30 mil judíos europeos encontraron, durante la Segunda Guerra Mundial, refugio en Shangai, la ciudad más grande de la República Popular China, ciudad a la que llegaron sin necesidad de visado.
Su presencia fortaleció a la comunidad que ya estaba asentada en esa localidad, donde había un fuerte liderazgo y se publicaban periódicos, en idish y alemán, contando con escuelas y, al menos, siete sinagogas.
La Ohel Moshé, construída entre 1927 y 1928, ubicada en el barrio Tilanquiao, lugar en el cual, por presión nazi, los terratenientes japoneses forzaron a los judíos austríacos y alemanes a vivir.
Al concluir la contienda, bajo el régimen comunista, los refugiados judíos de Shangai se fueron. En 1996, ese lugar se convirtió en un museo de historia judía. Los esfuerzos actuales por recuperar esa historia proviene tanto de historiadores como de expatriados judíos.
Ahora, como parte de los acontecimientos destinados a conmemorar a los judíos en esa localidad, se restaurarán dos sinagogas.