Víctor Benaim Pinto fue un ginecólogo y obstetra judío venezolano. Iniciador de los estudios de fertilidad en el país.
Médico rural al igual que su esposa, en Cariaco, Estado Sucre, donde ambos fueron declarados Hijos Ilustres.
Fue un notable pedagogo y por muchos años director del Instituto Nacional de Higiene. Gracias al rigor que aplicó siempre a la aprobación de nuevas medicinas, ningún niño venezolano sufrió las consecuencias nefastas de la talidomida.