Hay teorías sobre el futuro de la Unión Europea que se están desatando entre ignorantes, y en burbujas informativas que apuestan a su fracaso; pero se equivocan.
La UE está en constante evolución; ha sido un ejemplo de equipo desde sus inicios en la posguerra hasta su refundación en 1993, cuando se convierte en unión política, pero manteniendo intacta su razón de ser: movilidad, crecimiento, estabilidad y moneda única.
La UE ha servido para acortar las brechas económicas y sociales, como un efectivo mecanismo para evitar las guerras y sostener las democracias.
Reconocemos una nueva etapa, marcada por la crisis económica de los años recientes y, fundamentalmente, por la carga generada por países como Grecia o Italia, pero sobre todo por la “Primavera Árabe” y sus refugiados.
La madurez de la UE permite la diferenciación de políticas migratorias y la seguridad de cada nación, ello refuerza las sociedades abiertas, tolerantes, las cuales se atreven llevar a debate público lo que cada una es, y quiere.
El Brexit es una consecuencia de lo anterior, pero manifestada a lo “british”, con algo de apremio. Inglaterra no se puede ir del todo pues, por ejemplo, hay 700 mil británicos viviendo en España, disfrutando del flamenquito, del clima y del buen rollo; England seguirá ahí, aunque bajo el formato de “juntos pero no revueltos”. Ojo, esta tontería a los Ingleses le esta encendiendo los calderos en escocia e Irlanda..
Inglaterra se olvida que fue rescatada por los europeos, por ello se habla en el viejo continente de traición o corta memoria, cuando se discute sobre el Brexit .
Definitivamente, la absorción de refugiados es el gran lio; por ello la idea es buscar mejores condiciones para ellos en los países de origen, reubicarlos en los sitios donde se practica la misma fe, lograr que los ricos de la zona “se mojen” y proteger a los más sufridos, a los cristianos, quienes, por ser infieles, ya no tienen cómo vivir en esos lugares. Ya Trump levantó su mano para decir que su cuota será para ellos. Barack Hussein pensaba diferente y “metió al lobo en casa”.
La UE se está fortaleciendo con esta etapa; los socios reflejan visión positiva de futuro y todos siguen a la Merkel: “hay que tener la valentía de aceptar que ciertos países vayan adelante, sin cerrar esa colaboración a los que están retrasados, buscando una nueva política migratoria, que debe ser uniforme”. Por todo ello, a pesar de las circunstancias, nada de UE desunida.
David Bittan Obadia