Qué largo el camino recorrido, qué corto el tiempo trascurrido
La de la fundación de la CAIV fue la época en que nuestra comunidad dio muestras de una extraordinaria unidad y hermandad, creándose Hebraica. Época de una gran solidaridad con Israel en vísperas de la Guerra de los Seis Días, así como se creó una gran reacción comunitaria a favor de los damnificados del terremoto de ese año, y para fortalecer las relaciones entre nuestras organizaciones y estrechar la amistad de su dirigencia.
Un evento destacado fue el Primer Congreso Cultural Judeo-Latinoamericano “Visión retrospectiva y dimensión contemporánea”, inaugurado por José Guillermo Andueza, ministro de la Secretaría de la Presidencia. Entre los ponentes hay que destacar al escritor argentino Marcos Aguinis; John Maisto, embajador de Estados Unidos; Manuel Tenenbaum, director general del Congreso Judío Latinoamericano; Bernardo Kligsberg, director del Instituto Interamericano del Banco Interamericano de Desarrollo; y por Venezuela, figuras como Tomás Polanco Alcántara, miembro de la Academia Venezolana de la Historia; Freddy Malpica, Arlette Machado, Alexis Márquez Rodríguez y Atanasio Alegre, además de numerosas personalidades comunitarias. Todas las ponencias de ese congreso se editaron en un libro.
En 1998, en ocasión de los 50 años de la independencia de Israel, la CAIV, conjuntamente con Ipostel, emitió 10 estampillas alusivas que se agotaron en dos semanas. En el acto de presentación participaron Jacobo Kovadloff, del American Jewish Committee; Fernando López Ortega, presidente de Ipostel; José Guillermo Andueza, ministro de la Secretaría de la Presidencia de la República; y Joseph Hasseen, embajador de Israel.
Ese mismo año, también para celebrar los 50 años de Israel, la CAIV invitó a Shimon Peres, quien hizo gala de su intelecto ante una multitud que colmó los espacios de la UIC, así como en la Universidad Católica Andrés Bello, que le otorgó un doctorado Honoris Causa.
Al cumplirse el centenario del nacimiento de Andrés Eloy Blanco, la CAIV organizó uno de los cien actos que Venezuela llevó a cabo en su memoria, y cuyo presidente fue Luis Manuel Peñalver. Lo más granado del intelecto venezolano hizo acto de presencia, siendo orador de orden Andrés Eloy Blanco Iturbe, quien recordó que su padre, siendo ministro de Relaciones Exteriores bajo la presidencia de Rómulo Gallegos, votó en 1947 a favor de la partición de Palestina en un Estado judío y otro árabe. La eximia cantante israelí Yafa Yarkoni grabó en español el poema de Blanco “Angelitos negros”, en un estudio de radio de Caracas; y la Schola Cantorum, bajo la dirección de Alberto Grau y con el tenor Pedro Stern como solista, entonaron el mismo tema en hebreo.
La CAIV también presentó una Exposición Iconográfica y Bibliográfica de la obra de Andrés Eloy Blanco, gentilmente cedida para este acontecimiento por José Agustín Catalá, director de los Talleres Gráficos de la Nación.
Esperemos que la paz, la armonía y la confraternidad imperen bajo el mensaje que fue dado en el Monte Sinaí para la eternidad.
Es esta una breve reseña de las actividades de la CAIV durante el período que tuve el honor de presidir, contando con una excelente Junta Directiva.
Y nuevamente: qué largo el camino recorrido, qué corto el tiempo trascurrido.
Fuente NMIdigital.com