Iniciamos un nuevo año según el calendario judío. Una fecha que marca la creación del mundo tal como lo conocemos, de la Humanidad tal como la concebimos desde entonces hasta hoy. Es por ello que el pueblo judío en esta fecha, hace un reconocimiento de Di-s como Rey absoluto y Creador.
Y es también la ocasión en la cual nuestras oraciones, deseos y reflexiones se apuntan en función no sólo del pueblo judío, sino de la Humanidad entera. Deseamos paz, bienestar y pródigas bendiciones para todos los seres y todas las naciones, y en cada templo de oración se hace mención de su propia localidad adicionalmente.
Esto le confiere a la celebración un carácter inclusivo y universal. El mismo que apunta hacia la necesaria convivencia de todos los habitantes de un planeta que, a veces, parece sumido en enfrentamientos y conflictos que desgastan, aturden y nos hacen sufrir.
5778 se inicia en un ambiente de incertidumbre respecto a temas muy delicados. Peligros de guerra en varias partes del mundo, con capacidades muy letales. Continuadas batallas y escaramuzas en pleno y mortal desarrollo. Perspectivas sombrías respecto a temas ambientales. Y en este panorama de incertidumbre, elevamos nuestras plegarias por la resolución de los problemas y la esperanza de vivir en un mundo mucho mejor para todos.
La CAIV desea a todos Shaná Tová. Es su función defender a la comunidad judía de cualquier amenaza, respaldar las causas justas y nobles. Apoyar al Estado de Israel. Trabajar para que todos y cada uno en nuestro Yishuv se sienta con la tranquilidad necesaria como para llevar una vida lo más normal posible. En honor a la verdad, la tarea es trabajo y responsabilidad de todos.
Que tengamos un año lleno de salud, alegría, paz y felicidad. Y que nuestros deseos se cumplan para bien.
Una vez más…. ¡SHANÁ TOVÁ!
CAIV