El nuevo año judío es una ocasión especial para reflexionar lo acontecido en los últimos doce meses, y revisar las bases de nuestras actuaciones para los próximos doce meses. En lo personal, familiar, comunitario y nacional.
En nuestro país y nuestra comunidad, esta necesaria introspección requiere quizás de mayor profundidad y dedicación que en otros años, otras épocas. Aunque con seguridad resulta novedoso, y hasta duro para muchos, es una repetición del sino histórico del Pueblo Judío desde siempre. Y es nuestro deber afrontar la situación y coyuntura que se vive con entereza.
En los momentos de recibir el 5779 tratemos de enfocar nuestros esfuerzos e intenciones, en lo mejor de nosotros en todos los aspectos.
Somos afortunados de tener una comunidad ejemplar y solidaria. Somos los felices judíos que cuentan con Medinat Israel y sus puertas abiertas.
Somos herederos de una historia única y digna de orgullo. Somos un eslabón más de una cadena que no ha de romperse.
5779 se perfila como un año de situaciones inéditas y complicadas. Le pedimos a Di-s Todopoderoso que nos ilumine y ayude en todos nuestros pasos, y nos proteja de todo evento.
Le pedimos también que nos infunda el ánimo y fortaleza para seguir siempre hacia adelante, tomando decisiones oportunas y correctas. Y nos dé siempre la alegría necesaria para afrontar con buen ánimo y disposición todo lo que nos venga.
La CAIV, en su rol de representante de la Comunidad Judía y Venezuela les desea a todos y cada uno: ¡Shana Tová!
Así ha de ser. Un buen año.
C.A.I.V.
7 de Septiembre de 2018 /27 de Elul 5778