Por Rebeca Perli
Sin Tregua es un libro para leer sin tregua, escrito con sinceridad y sin tapujos.
No lean historia, lean biografías. allí está la vida sin teorías.
Benjamín Disraeli
Está circulando en Caracas un libro, cuyo título es Sin Tregua, de la autoría de Hillo Ostfeld quien, a cuatro manos con su hija Trudy Ostfeld de Bendayán, narra la historia de su vida en tres continentes, Europa, Asia y América, extendiéndose por los acontecimientos ocurridos en ese mismo tiempo en las regiones en las que vivió. Con un lenguaje ameno y fluido, y sin falsa modestia, refiere su dramática experiencia, en la que, de una plácida niñez, pasa a enfrentar penurias desde muy temprana edad, para, en un tétrico crescendo, encontrarse en el infierno nazi y experimentar la horrible pesadilla del Holocausto del que logró sobrevivir física, pero no emocionalmente.
Ya casado con quien él define como "su elección de mayor acierto", la vida lo lleva a Israel donde, al igual que todos aquellos que llegaron a ese país en los inicios de su independencia, ayudó con su sudor a la reconstrucción de la tierra ancestral hasta que, ante el llamado de un familiar en Venezuela, llega al país que lo adoptó como hijo y al que él adoptó como patria para hacerse de un futuro digno a fuerza de trabajo y perseverancia.
Sin Tregua es un libro para leer sin tregua, escrito con sinceridad y sin tapujos, en el que se reconocen méritos propios y ajenos, pero también fallas propias y ajenas. Los altos y bajos de la vida son tratados a veces con humor y a veces con patética angustia. Es un pedazo de la historia contemporánea, en lo social, en lo político y en lo económico. Un ciclo que se complementa con la vuelta a los orígenes donde, haciendo catarsis, el autor contempla los años mozos de su vida desde la altura de la madurez.