Por David Bittan Obadía
Nada más apasionante que el tema de las migraciones y los movimientos de los pueblos, el surgimiento y decaimiento de los imperios, los cambios de fronteras y nombres de los países, las rutas utilizadas y la razón del destino elegido.
Los Judíos han sido privilegiados a pesar de los pesares, gracias a la unión que los caracteriza y la conservación de sus tradiciones, también al legado que fueron dejando a su paso por cada lugar, sus huellas imborrables, esa estela de progreso y sabiduría, pues siempre se destacaron y eso es una característica que los acompaña desde su propia existencia, es algo incuestionable e irrebatible y por ello fluyen por mas de cinco mil años.
Por esa curiosidad y “nada más” me atrevo a escribir un muy breve resumen de lo que he leído e investigado en el tiempo, de lo que hay documentada de esa gran bibliografía sobre los Judíos Sefaradíes de Siria.
Esta inquietud también la inspiran mis queridos suegros Aviva y Ezra de quienes he aprendido mucho, de un pasado lleno de grandes historias, y sobre todo a saber tener la paciencia de esperar el momento oportuno .De ellos escucho con mucha atención sus historias de aquella Damasco preciosa y de la Alepo ancestral, ciudades que hoy ya solo quedan en el recuerdo, habiendo sido patrimonio de la humanidad,
Afirmar que los judíos sefaradíes son solo los que llegaron a Marruecos, a Portugal o Grecia por ejemplo, es un craso error y falta de conocimiento e ignorancia de una historia apasionante Los judíos expulsados de España, siguieron diferentes rutas bien marcadas, los que llegaron a Portugal fueron victimas también en 1497, del edicto que promulgaron sus autoridades, calcado al carbón de los Españoles. Muchos escaparon al sur de Francia o a Italia; una parte importante se trasladó al Magreb y se establecía en las ciudades del norte de Marruecos, Rabat, Meknés y Fez a Asilah, Tánger y Tetuán, y en la costa mediterránea, otros llegaron a Argelia y Túnez, a Orán y hasta la isla de Yerba, otros siguieron la subida bajo la guía mediterránea.
Curiosamente y no por casualidad el mayor bloque de población sefardí se dirigió al imperio Otomano donde fueron muy bien recibidos, allí se fueron instalando en distintos puntos del imperio, desde Sarajevo en Bosnia hasta Damasco y Alepo en Siria. Uno de sus establecimientos más importantes era Salónica en Grecia, otro Estambul, pero hubo colonias en toda Anatolia y los Balcanes.
El antropólogo e investigador Carlos Zarur, de los Estados Unidos, y experto en el tema ha trabajado muy bien el aspecto de los Judios de Siria y señala que gran parte de la población judía de Siria tiene procedencia, de la expulsión de 1492. Zarur Ratifica que “, el único lugar de la diáspora sefardí donde fueron continuadas las taqqanot de Castilla, fue en Alepo”. También señala, que por ejemplo los judíos de Siria en Hanuka tenían la costumbre de encender una vela adicional cada día, otro “Shamash” para recordar un milagro extra, pues ellos llegaron después de tanto trauma en víspera de Hanuka, a una tierra cerca de Jerusalén donde ya había comunidad, que también es considerada como santa por muchos Judios sefaradíes.
Recordemos que Siria fue un país de dominios y permanente migraciones , fue una tierra de paso, el país ha estado dominado por egipcios, cananeos, hititas, hebreos, asirios, persas , griegos, imperio seleucida, romanos, árabes, mongoles, otomanos y franceses hasta su independencia en 1946
La Histororia de los Judios Sefaradies de Siria esta mas que documentada, cuantos Sirios que conocemos conservaron el Ladino, (idioma que en Estambul llego a ser de importancia) y los cancioneros en español, y se les hizo mas fácil por ello su adaptación en américa en las migraciones mas contemporáneas de los años 50 en adelante. Hay también la gran cantidad de llaves y otros recuerdos de las casas que se pudieron llevar los Judios españoles luego de ser expulsados a Siria como parte de su arraigo y recuerdo, así mismo el emblemático caso de la familia CASIN, quienes conservan en varias generaciones la llave de la Sinagoga de Zamora que llevaron sus antepasados a Alepo.
Obviamente había presencia autóctona, judía en todos los países donde llegaron los expulsados, (en Marruecos ocurrió igualito) pero en muchas comunidades se convirtieron en una mayoría, se mezclaros con sus similares y sus descendientes son hoy en dia muchos de los que conocemos y llegaron a Venezuela, por ejemplo, todos ellos sin duda alguna con una mezcla y algo de aquellos judíos españoles y negarlo sería irresponsable. ¿Otro aspecto importantísimo, es que lo que salieron de Siria desde el siglo en los últimos 6ª años y en adelante a cualquier parte del mundo han vivido en la convicción y con las costumbres y tradiciones de los sefardíes, se casaron bajo el rito de castilla muchos de ellos y no tienen nada en común con otro grupo ¿entonces que son? . Es tan difícil hacer tal distinción que el mundo Judio acepta la división solo para hablar de Sefaradiees y Asquenazíes.
¿A que viene esta historia?, para animar a los que no la conocen y para que entiendan que también son abrigados por ese perdón del Reino de España, y que no solo beneficiara a los mas cercanos geográficamente.
Los Judíos Sirios son tan Sefaradíes como los que llegaron a Portugal o Marruecos, los separa solo los kilómetros de recorrido.