Límites del lenguaje
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El Artista
02/03/2012

Por Eduardo Casanova
Una de las reacciones más absurdas y detestables de los chavistas ante los casi 3 millones cien mil votos que se manifestaron en las primarias democráticas, es la de acusar a Henrique Capriles Radonski de judío, como si tener ascendientes judíos fuera un grave pecado. Así se iguala el chavismo al nazismo, que es algo que venimos denunciando desde hace mucho tiempo los que nos oponemos a la barbarie chavista. Henrique Capriles Radonski desciende de judíos sefarditas y de judíos polacos, y de criollos trujillanos, y tiene razones para estar orgulloso de sus tres raíces. Atacar a alguien por esas razones, hoy día, es una clara demostración de primitivismo, de atraso, de brutalidad, y no hay duda de que los que lo hacen tienen esas tres condiciones. Cuando oigo hablar de antisemitismo recuerdo siempre algo que solía contar con mucha gracia Consuelo Gerbasi, la esposa de nuestro poeta mayor, Vicente Gerbasi, y madre de mis excelentes amigos Beatriz, Fernando y Gonzalo Gerbasi. Consuelo solía contar, como una forma de combatir activamente el antisemitismo, que un cura antisemita, en su sermón, dijo lleno de rabia: “¡Los judíos que estén en esta iglesia, que se vayan y no vuelvan!”, y las imágenes de Jesucristo, la Virgen María y los apóstoles cobraron vida y se salieron dignamente del templo, en donde se hizo un silencio que dejaba muy mal al cura de marras. Jesucristo, la Virgen María y los apóstoles eran auténticos judíos. Los evangelistas, que actuaron cerca de un siglo después de la muerte de Jesucristo, en busca de acercarse a las autoridades romanas, inventaron la historia de que el Sanedrín fue el que condenó a Cristo, para quitarle el peso de la culpa a Poncio Pilatos, que fue el que verdaderamente lo condenó. Así nació el antisemitismo en Europa, sobre la base falsa de que los judíos mataron a Cristo. El antisemitismo en una barbaridad imperdonable, que no tiene la más mínima justificación. Y, de paso, Capriles Radonski es católico practicante, como podrían serlo, la Virgen María y los apóstoles.
Fuente: Literanova.net

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