Por Rebeca Perli
No era precisamente invierno sino el corazón del verano. Fue el 16 de julio de 1942, hace exactamente 69 años, cuando se llevó a cabo la más ignominiosa redada de judíos ocurrida en Francia bajo el régimen colaboracionista de Vichy y en el marco de la operación (vaya sarcasmo) "Viento Primaveral", ordenada por los nazis para reclutar judíos a ser trasladados a los campos de exterminio desde distintos países de Europa.
En Francia el operativo duró dos días en los cuales 9.000 policías, guiados por el censo de 1940 y con la orden de "actuar con la máxima rapidez, sin palabras inútiles y sin ningún comentario", arrestaron de puerta en puerta, y encarcelaron en el velódromo, a 13.000 judíos: 4.000 niños que fueron separados de sus padres y llevados directamente a las cámaras de gas y 9.000 adultos que fueron trasladados por separado a Auschwitz donde perecieron en su inmensa mayoría. Las familias nunca se reencontraron y quienes intentaron escapar fueron fusilados.
No obstante, en desagravio a lo ocurrido durante el sombrío período del régimen de Vichy, es pertinente mencionar a la heroica Resistencia Francesa, una intrincada red clandestina integrada por hombres y mujeres de todas las edades, credos, ocupaciones y tendencias: estudiantes, maestros, obreros, profesionales, judíos, cristianos, artistas, filósofos y otros, que llevaron a cabo valientes acciones de salvamento a través de prensa subversiva, falsificación de documentos y acciones de sabotaje. Mención especial merecen los maquis, o "combatientes de resistencia armada" que, desde bosques y matorrales, asestaron duros golpes al poderoso ejército nazi. Son actitudes que reivindican el espíritu de Libertad, Igualdad, Fraternidad del pueblo galo.