Al entrar en el ascensor del Aish HaTorá en la Ciudad Vieja de Jerusalén, nunca se sospecha que se está a punto de experimentar el futuro de la tecnología de cristal. Pero a medida que se eleva desde la primera a la quinta y última planta, sus paredes se transforman poco a poco y lo que parecía al principio ser sólido y opaco a totalmente transparente.
Cuando el ascensor llega finalmente a un punto muerto en la azotea del edificio, se que está rodeado de cristal claro y una vista impresionante del Muro Occidental.
El vidrio utilizado en la transformación de ascensores de Aish HaTorá está conformado con cristales líquidos de última generación desarrollados por Diáfano, una empresa israelí que está revolucionando la forma del cristal se puede utilizar en todo tipo de proyectos de construcción (desde las ventanas de las oficinas que se pueden regular con el toque de un botón, a los frigoríficos ecológicos que van más transparentes para que pueda verse lo que hay dentro sin tener que abrir la puerta desperdiciar energía).
Diáfano parece estar en lo cierto: La compañía acaba de recaudar 4 millones de dólares de la empresa británica Sollange Inversiones.
Diáfano planea utilizar ese dinero para abrir una fábrica en Israel para la producción de sus cristales líquidos especiales y la primera de su tipo en Oriente Medio. Además planea duplicar su actual plantilla de diez para dar lugar a la nueva línea.
Habitaciones de hotel y coches
Diáfano construye un sistema de control especializado para generar un campo electromagnético que pasa a través del mismo tipo de cristales líquidos que componen los televisores de hoy y las pantallas de ordenadores. Esto cambia la cantidad de luz que los cristales líquidos pueden dejar pasar. Los cristales se pusieron a continuación en una hoja y se laminaron entre dos piezas de vidrio ordinario, que pueden ser cortados y vendidos en la misma forma que el vidrio ordinario.
La marcación de la opacidad se puede hacer a través de un dispositivo tan sencillo como un amortiguador montado en la pared o como una sofisticada unidad de pantalla táctil con opciones avanzadas de sincronización y color.
La gama de aplicaciones es impresionante
Se puede imaginar una habitación de hotel, donde el baño y el dormitorio están separados por una pared de cristal diáfano controlado. Si se quiere privacidad, se hace opaco, si se quiere una sensación de amplitud, más transparente.
¿O qué tal el asiento trasero de un coche? El conductor puede proporcionar protección contra el sol para los niños que se sientan en la parte trasera.
Fuente: Agencias