Comunicado a la nación venezolana por el bicentenario

La Confederación de Asociaciones Israelitas de Venezuela (CAIV), en representación de la comunidad judía del país, saluda al pueblo y a la nación venezolana en ocasión de celebrarse doscientos años de la Firma de nuestra Acta de la Independencia.
Es momento de recordar los nombres de Benjamín de Sola, Abraham Heinrich Meyer, Benjamín Henríquez, Isidor Borowski y Samuel Henríquez, todos ellos combatientes judíos que lucharon gallardamente en las filas del Libertador Simón Bolívar.
A lo largo de  doscientos años de vida republicana, Venezuela abrió sus puertas a numerosos inmigrantes, provenientes de todos los confines del mundo, entre ellos hombres y mujeres judíos que llegaron a estas tierras en busca de nuevos horizontes y donde fueron acogidos con la mayor generosidad. Más aún, durante los años que precedieron a la II Guerra Mundial, y una vez terminada la conflagración, Venezuela acogió a numerosos judíos europeos que lograron escapar del Holocausto.  Este gesto del pueblo venezolano no será jamás olvidado.
A partir de 1.936, en palabras de Mariano Picón Salas, Venezuela entró en el Siglo XX. Desde esa fecha  se inició en el país un proceso de modernización y desarrollo al cual contribuyeron, aunados en un sólo esfuerzo, venezolanos de antigua data junto con los inmigrantes que hicieron de ésta su Patria.
El desarrollo de Venezuela, está a la vista, el país ha dado un cambio vertiginoso a todas  luces, pero ello igualmente ha traído retos que deben ser resueltos entre todos en la búsqueda de una sociedad más justa, equitativa y plural, donde la democracia sea el norte que oriente a todos sus integrantes.
Doscientos años de vida independiente han moldeado la identidad del pueblo venezolano, caracterizado por su generosidad, espontaneidad, calor humano, creatividad y emprendimiento, valores que lo distinguen y lo ennoblecen.
La CAIV hace propicia la ocasión de este festejo patrio para hacer un llamado al pueblo y al Gobierno de Venezuela a trabajar incansablemente en un diálogo fecundo que permita conservar e incluso mejorar las características del gentilicio venezolano, a fin de de crear un país mejor para todos, de acuerdo al espíritu que inspiró a nuestros libertadores en su lucha por hacer de Venezuela un país libre e independiente.
Fuente: CAIV