Resulta difícil calcular la cifra exacta de judíos que pudieron escapar de Europa con anterioridad a la Segunda Guerra Mundial, ya que las estadísticas con las que se cuenta son incompletas. Entre 1933 y 1939, 355.278 judíos alemanes y austríacos abandonaron sus hogares (Algunos inmigraron a países que posteriormente fueron tomados por los nazis.)
Durante el mismo período, 80.860 judíos polacos inmigraron a Palestina y 51.747 judíos europeos llegaron a Argentina, Brasil y Uruguay. Entre 1938 y 1939, aproximadamente 35.000 judíos emigraron de Bohemia y Moravia (Checoslovaquia). Shanghai, la única parte del mundo donde no se necesitaba visa para entrar, recibió alrededor de 20.000 judíos europeos (la mayor parte de origen alemán) que se habían escapado de sus hogares.
No se tienen cifras inmigratorias de los países que sirvieron de refugio durante este período. Además, muchos países no proveyeron la información estadística inmigratoria separada por grupos étnicos. Por estos motivos, resulta imposible establecer con exactitud el número de refugiados judíos.